Según datos policiales, los hechos ocurrieron días atrás en el kilómetro 24 de la autovía AP-1; una patrulla del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Burgos paró furgoneta con placas de matrícula alemanas -en tránsito por la provincia- que circulaba en sentido norte. Los agentes habían verificado previamente la comisión de una infracción al Reglamento General de Circulación y pretendían notificársela a su conductor.
Este, único ocupante del vehículo, presentó un pasaporte y un permiso de conducción, ambos de origen ucraniano, cuya autenticidad hizo dudar inicialmente a los agentes. Personal del Grupo de Investigación y Análisis (G.I.A.T.) del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Burgos sometió los documentos a un pormenorizado estudio.
El resultado corroboró las sospechas iniciales y determinó que ambos eran falsos; además las gestiones practicadas al respecto esclarecieron la verdadera identidad de esta persona y, también, que nunca antes había obtenido un Permiso de Conducción expedido en su país de origen.
Según señalan desde la Guardia Civil, desde el primer momento llamó la atención el “inusual nerviosismo” del detenido y las “constantes contradicciones” en las que incurría, por lo que fue trasladado a dependencias policiales para su correcta y completa identificación.
A la vez, con el apoyo de personal de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Burgos, se registró la amplia zona de carga de la que disponía la furgoneta. En ese momento transportaba 20 sofás embalados en plástico y también cajas de cartón con diverso mobiliario, material que fue minuciosamente examinado.
Entre la tapicería de dos de estos sofás se encontraron escondidas 14 bolsas de plástico, con un peso cada una de un kilogramo, que contenían cogollos de marihuana. Por los hechos relatados resultó detenido, instruyéndose diligencias que fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción Número 3 de la capital.