Esta campaña forma parte de los programas de seguimiento en ríos, lagos y embalses que el Organismo viene desarrollando desde hace más de quince años, en cumplimiento de lo establecido en la Directiva Marco del Agua. Estos trabajos incluyen la recogida de plantas y algas acuáticas, así como de invertebrados bentónicos (larvas de insectos y otros invertebrados que habitan en el lecho fluvial), ya que ofrecen una información muy certera sobre la calidad del agua y del ecosistema del que forman parte, pues se puede decir que tienen “memoria” de lo que ha ocurrido en el río hasta el momento del muestreo.
Los resultados obtenidos en estos controles, según la CHD, permiten la evaluación de su estado, combinación del estado ecológico y químico. Todos estos datos aportan una información fundamental en la planificación hidrológica, ya que son los que determinan la magnitud de las presiones a las que están sometidas las masas de aguas superficiales.
La campaña de muestreos biológicos se realiza en primavera, momento en que las comunidades biológicas alcanzan su máxima diversidad, y está previsto que los trabajos se prolonguen hasta finales del próximo mes de junio.