El papel del césped artificial en los campos de golf y cómo sacarle partido
El césped artificial se ha posicionado como una opción de lo más recurrente en el mundo de la decoración. No es para menos: sin los problemas asociados al césped natural, se obtienen unos resultados verdaderamente hermosos. De hecho, se trata de un producto presente en un amplio volumen de espacios públicos, como es el caso de los campos de fútbol. No obstante, en deportes como el golf todavía es una asignatura pendiente; aunque, poco a poco, va ganando relevancia en este sector. Una solución mucho más favorable para el ecosistema que merece la pena valorar con independencia de las dimensiones del recinto.
Ventajas del césped artificial con respecto al natural
El césped artificial imita a la perfección las prestaciones propias del césped natural, fruto de la imponente evolución tecnológica que se ha dado en los procesos productivos de dicho artículo. Los mejores fabricantes del sector, como es el caso de Econatura Levante, han sido los responsables de dichos avances y los campos de golf por fin se ven beneficiados por sus muchas ventajas.
Si bien es cierto que lo orgánico se suele entender como ecológico, esta regla no sucede así en los campos de golf. El mantenimiento del césped natural exige el uso de grandes litros de agua: un auténtico derroche en los tiempos que corren. Por consiguiente, con el césped artificial se minimiza el impacto medioambiental y se consigue un ahorro económico a partes iguales.
Por otro lado, es importante comentar que es una inversión orientada al largo plazo que se recupera en poco tiempo. Con una imponente durabilidad y la posibilidad de mantener el campo abierto las 24 horas de los 365 días del año, el gasto de la instalación se verá amortizado rápidamente. Todo ello sumado a que es higiénico, aguanta cualquier tipo de clima y es 100% reciclable. Por último y quizás lo más importante de todo, cabe destacar que la experiencia de juego no se ve alterada en lo más mínimo.
Dónde se suele instalar el césped artificial
A pesar de todos los beneficios previamente enumerados, todavía es difícil hoy en día ver campos de golf formados en su totalidad por césped artificial. Todo apunta a que esta realidad irá cambiando paulatinamente; no obstante, por el momento, hay que conformarse con dichas superficies en ciertas áreas concretas del lugar.
La más habitual es el tee de salida, donde se coloca la bola para dar el pistoletazo de salida a la partida. Puesto que esta zona exige que la hierba sea muy baja y esté milimétricamente cortada, el césped artificial es una muy buena solución. Es más, en Econatura Levante se han especializado en gran medida en la fabricación de porciones de césped para esta área concreta.
Ahora bien, tal y como hemos anticipado previamente, dicho material es idóneo para cualquier región del campo. La calle, el rough, el green, el hoyo o el antegreen son otros tantos ejemplos de cómo puede colocarse el césped artificial para dar emoción al deporte. Aunque, si hay un espacio en los clubs de golf en el que ya ha calado este tipo de superficie, ese es el putting green.
Crea tu propio campo en casa
Los putting green son mini campos de golf en los que podemos practicar los golpes en términos de precisión. El objetivo es hacer el hoyo lo antes posible y con un grado de exactitud incontestable. Sin embargo, más allá de lo positivo que resulta tener estas áreas en los clubes deportivos, merece la pena señalar que es una buena opción para el propio hogar.
Gracias a Econatura Levante, ahora podemos instalar este campo en nuestra propia casa. Ellos se encargarán de preparar el terreno para su colocación, dándote la oportunidad de poner en práctica esta actividad sin tener que abandonar la vivienda. Ya verás la cantidad de horas que pasas en tu putting green particular, dejando de ser un simple aprendiz para convertirte en un auténtico maestro del golf.