Condenado a 20 años de cárcel el inspector de Hacienda acusado de acuchillar a su mujer en Valladolid en presencia de sus hijas

El acuerdo al que han llegado las partes también prohíbe al acusado acercarse a menos de 500 metros de sus hijas durante 25 años.
|

 08MAX202303595953


El inspector de Hacienda acusado de acuchillar hasta la muerte a su mujer en Valladolid en presencia de sus hijas ha sido condenado a 20 de años y un día por un delito de asesinato, con el agravante de parentesco y la atenuante derivada de su propósito de indemnizar a sus dos hijas.


El juicio contra José Javier C.F., de 59 años de edad y que se encuentra en prisión provisional, estaba previsto que arrancara esta mañana en la Audiencia Provincial de Valladolid con la formación del jurado, pero finalmente y tras el acuerdo alcanzado entre las partes, solo se celebró una sesión en la que el acusado reconoció su culpabilidad. Además del Fiscal y la acusación particular representada por las hijas, también había dos acusaciones populares personadas en la causa: la Asociación Clara Campoamor y la Junta de Castilla y León.


Además, en el acuerdo se establece que el acusado indemnizará a sus dos hijas, que en el momento del asesinato tenían 16 y 18 años, con todos los bienes del matrimonio, incluida la vivienda, y fija la prohibición de acercarse a sus hijas a menos de 500 metros durante 25 años. Al mismo tiempo, también tendrá que hacer frente a un pago a Sacyl de 729 euros, mientras que tanto el padre de la víctima como sus cinco hermanos han renunciado a cualquier tipo de indemnización.


Según el escrito de acusación, desde octubre del año 2020 la convivencia entre los esposos se encontraba muy deteriorada, hasta el punto de que no comían juntos y apenas se dirigían la palabra, salvo para mantener continuas discusiones que solían comenzar por cualquier motivo sin importancia.


Finalmente, en la tarde del 21 de junio de 2021, el acusado y mujer entablaron en su chalet de la calle Montreal, en la urbanización Santa Ana, la que a la postre sería su ultima discusión. Así, en un momento dado, José Javier C.F. él se dirigió a la cocina de donde cogió dos cuchillos, uno de 215 milímetros de hoja y otro de 285 milímetros y regresó al salón. Allí, de forma “sorpresiva e inesperada”, siempre según las acusaciones, tiró a su mujer al suelo y empleando ambos cuchillos le asestó numerosas puñaladas por todo el cuerpo. Las hijas del matrimonio, que se encontraban en la planta superior de la vivienda, al oír los gritos de su madre pidiendo ayuda, bajaron al salón y vieron al acusado con los cuchillos en las manos, sobre su madre, que estaba tendida en el suelo.


Una de las hijas, conmocionada por la escena, procedió a salir corriendo de la casa, mientras que la otra comenzó a golpear a su padre en la espalda para tratar de quitarle de encima de su madre, sin conseguirlo.  En ese momento, la víctima pidió a su hija que llamara a la Policía, por lo que ella subió a la segunda planta de la casa para coger el teléfono móvil. Cuando la hija bajaba por la escalera con el teléfono, se cruzó con el acusado, que subía con los cuchillos en la mano, y que le dijo que ya se había acabado todo.


Después, el acusado se encerró en el baño de la habitación de matrimonio donde se introdujo en la bañera, que llenó de agua, procediendo a autoinfligirse heridas superficiales en ambas muñecas. 


Minutos más tarde, llegaron al lugar lo servicios de emergencia avisados por la hija y tras lograr reanimar a la víctima la trasladaron al hospital, donde fueron inútiles los intentos del personal médico para salvar la vida de la víctima, que finalmente falleció a las 20 horas de ese día. El fallecimiento se produjo a consecuencia de las hemorragias ocasionado por las 37 heridas penetrantes de arma blanca que recibió la víctima