¿Sabes cuánto tendría que aumentar el salario de las mujeres en Zamora para igualarse al de los hombres?

Te desvelamos todos los datos al respecto, que son impactantes. ​
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Brecha 23 (1)


Con motivo del Día de la Igualdad Salarial, que se celebra el 22 de febrero, CCOO presentamos el informe Por hacer más, ganamos menos, en el que se pone de manifiesto una realidad que no por conocida resulta menos sangrante: en España existe una clara desigualdad entre la remuneración que reciben en promedio mujeres y hombres por su trabajo asalariado. “A la diferencia en el ingreso bruto promedio de mujeres y hombres” la Comisión Europea la denomina brecha salarial de género. Una brecha que resta autonomía económica y libertad a las mujeres, que las afecta en el presente y en el futuro, condenándolas a pensiones bajas que contribuyen a situaciones de pobreza.


En España el salario medio anual del empleo se situaba en 27.322 euros entre los hombres y 22.601 euros entre las mujeres en 2021, según datos de la EPA. Eso supone una diferencia de 4.721 euros entre la ganancia media anual de mujeres y hombres. El salario medio de las mujeres tendría que aumentar un 20,9% para igualar el salario medio anual de los hombres y por tanto, ese sería el nivel actual de la brecha salarial de género en España.


En Zamora según los últimos datos de la Agencia Tributaria, el sueldo medio de la provincia se sitúa en unos 18.270 euros al año, 19.668 euros para los hombres, frente a los 16.688 que ganan de media las mujeres, casi 3 mil euros de diferencia. Esta cifra por debajo de la brecha salarial de España y de Castilla y León, no es un reflejo de unos mejores datos, sino que la reducción en la cuantía de la brecha es debida a que el salario medio de la provincia se encuentra entre los más bajos respecto a la media española y de la media regional y eso es lo que provoca menores diferencias salariales entre hombres y mujeres.


Algunas de las medidas que se han tomado en los últimos años y por las que hemos luchado en CCOO están dando resultados positivos que ya son medibles. Comparando los datos se comprueba que, tras años de aumentos de la brecha salarial entre mujeres y hombres, que llegó a estar en cuotas en torno al 30%, la brecha empieza a descender de manera significativa en los últimos años, coincidiendo con las subidas de los salarios mínimos. Entre 2018 y 2023 se ha reducido en 6 puntos. Se trata de un efecto esperable porque son precisamente las mujeres quienes tienen mayor presencia en algunos de los sectores y ocupaciones con los salarios más bajos. Por ejemplo, en Zamora el convenio de limpiezas que afecta a más de 1.200 personas en su mayoría mujeres, actualmente en negociación, tiene sus categorías por debajo del SMI.


¿Pero porqué se produce esta brecha? Entre los múltiples factores que tienen incidencia en la brecha salarial, todos ellos analizados en el informe de CCOO, destaca el especial impacto que tienen los cuidados sobre las vidas de las mujeres. Mientras a los hombres no les afecta el número de hijos, incluso la tasa de empleo de los hombres con hijos/hijas aumenta a medida que incrementa su número de hijas/hijos, la tasa de empleo de las mujeres disminuye a medida que tienen más descendencia. La diferencia entre la tasa de empleo de los hombres y las mujeres que tienen 3 o más hijos/hijas es de más de 25 puntos.


Brecha


Parte de la desigualdad salarial entre mujeres y hombres se explica por la diferente distribución laboral y composición del empleo: las mujeres soportan una inserción laboral en peores condiciones, lo que se traduce en un salario medio menor. Las mujeres sufren la desigualdad laboral, primero, en el acceso al puesto de trabajo, con peores contratos, jornada, ocupaciones y sectores sub-representados y otros claramente feminizados; segundo, en la promoción y trayectoria laboral.


Las dificultades en el acceso al empleo y la repercusión que tienen los cuidados se comprueba en primer lugar al comparar la tasa de actividad: las mujeres, con una tasa de actividad del 53,7% continúan muy lejos de la tasa de actividad masculina 63,5%. ¿Por qué?  De entrada, más de 3,4 millones se califican como amas de casa y son registradas como ‘inactivas’. Además, casi un millón y medio de mujeres no buscan empleo porque están cuidando de menores o de personas adultas incapacitadas o mayores.


Otro factor es la parcialidad, las mujeres suponen el 75% de la población asalariada a jornada parcial. La mitad de las mujeres que trabajan a jornada parcial lo hacen ante la imposibilidad de encontrar trabajo a jornada completa, y entre el resto de los motivos aducidos para trabajar a jornada parcial predominan el cuidado de personas u otras obligaciones familiares.


Los complementos salariales también tienen un peso importante en la brecha entre mujeres y hombres. En unos casos se trata de complementos otorgados con criterios discrecionales, sobre todo en los puestos directivos, y que benefician menos a las mujeres; mientras que en otros casos, retribuyen aspectos “masculinizados” del trabajo, como el esfuerzo físico, la penosidad, la nocturnidad, o la disponibilidad horaria; mientras que no se retribuyen otras habilidades “feminizadas” del trabajo, como la atención, precisión, resistencia, etc.


El resultado del informe obliga a plantear la necesidad prioritaria de medidas específicas para reducir la parcialidad femenina involuntaria así como revisar los criterios de asignación de valor al trabajo que se traducen en complementos. Redistribuir recursos salariales y de tiempo entre mujeres y hombres es una labor necesaria para conseguir la igualdad. La asunción de los cuidados por parte de los hombres puede ayudar a mejorar muchas de las situaciones de discriminación que se producen en el ámbito laboral, porque no se lograrán grandes mejoras laborales sin modificaciones sociofamiliares, pero para ello habrá que poner la vida, y no la productividad, en el centro. Desde CCOO, como sindicato de clase y feminista, llamamos a actuar sobre las causas de la desigualdad de género para atajar la brecha salarial, y reclamamos un pacto de estado por los cuidados.