Tras ser perseguidos por los agentes, los ahora arrestados fueron alcanzados en la calle Colonia Santo Tomás, donde se le intervinieron 38 esprays, 42 boquillas, dos teléfonos móviles y prendas utilizadas para ocultar su identidad. En el momento de la detención, tanto las manos como su propia ropa estaban manchadas de pintura.
Según apuntan fuentes de la investigación en un comunicado recogido por Ical, los autores se habían desplazado desde Madrid con la única finalidad de realizar este tipo de hechos y, según una primera valoración, los daños ocasionados pueden ascender a unos 8.000 euros, a espera de la denuncia de Renfe-operadora.
Los detenidos fueron puesto a disposición judicial, que decretó su libertad con cargos, por un delito de daños, así como la consiguiente sanción administrativa de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, por cruzar o permanecer en lugares prohibidos al tránsito dentro de las instalaciones de la estación ferroviaria.