¿Es mejor comprar una licuadora o un extractor de zumo? Suele ser una duda muy frecuente a la hora de adquirir estos aparatos de cocina ya que los dos cumplen una misma función de extraer el zumo de la fruta, pero de una manera diferente.
Muchas veces, la forma de extraer el zumo de la fruta puede afectar a la calidad ya que en varias ocasiones rompen la fibra de la fruta. Por ello, determinar cuál es el más adaptable a las necesidades del hogar es primordial.
Las licuadoras poseen un disco centrifugador capaz de separar la pulpa de la fruta del jugo. Al extraer el zumo mediante el método de centrifugación, se produce calor para oxidar el extracto y tomarse inmediatamente.
Estos aparatos de cocina permiten introducir frutas y verduras grandes y son capaces de romper elementos mucho más duros de lo que es capaz un extractor. Debido a su método de extracción tan agresivo puede conseguir un zumo mucho más líquido, aunque sacrificando gran cantidad de nutrientes.
El extractor de jugo, también conocido como prensador en frío, logra extraer el jugo de la fruta sin generar el calor oxidante. Como resultado de este proceso se mantienen los nutrientes del zumo por mucho más tiempo. Dependiendo de la calidad del extractor, el zumo puede durar entre 3 y 5 días en buen estado.
Generalmente, su motor es muy silencioso, por lo tanto, opera más lento en comparación a una licuadora. El extractor de zumo es ideal para quienes mantienen un estilo de vida mucho más saludable ya que la calidad del zumo obtenida es mayor.
Aunque estos dos electrodomésticos cumplen una misma función, lo realizan de manera muy diferente. Sin embargo, dependiendo las necesidades del usuario podría adaptar dicho aparato a su estilo de vida.
Las licuadoras cortan las frutas y las trituran, dejando residuos que deben ser retirados antes de consumir el jugo. Por su parte, los extractores consiguen hasta un 25 % a 30 % más de zumo porque prensan la fruta hasta extraer el máximo de este.
Los extractores de jugo cuentan con un filtro de acero inoxidable y un tornillo u oruga que separa la pulpa de la fruta de su zumo. Por otra parte, ejecutan este proceso mediante el prensado en frío.
Además, las licuadoras proceden la extracción mediante el centrifugado. Poseen cuchillas de corte cuya función es moverse a gran velocidad. Permiten conseguir un jugo mucho más líquido comparado con el extractor.
La licuadora, gracias a su método de extracción oxida las frutas, quitándole el color característico. Sin embargo, con el exprimidor de jugos no sucede porque su método de prensado extrae el jugo de la fruta sin generar calor, manteniendo el color y su sabor.
Cuando el extractor de jugo es usado no genera ruido, su motor es silencioso porque trabaja de manera muy lenta. Por el contrario, la licuadora al tener un motor más fuerte y realizar el proceso rápidamente, desprende un sonido muy fuerte al ser utilizada por el usuario.
Un factor muy interesante es a qué velocidad suele trabajar cada uno de estos aparatos de cocina. Por su parte, el extractor de zumos no se mueve a más de 80 RPM; la baja velocidad permite extraer un zumo de una mejor calidad.
Sin embargo, la licuadora con su potente motor de hasta 10.000 RPM, logra una velocidad de extracción mucho más eficiente. Si el tiempo es un factor que influye en la vida del usuario, la licuadora tendría la ventaja sobre el extractor de jugos.
Los zumos elaborados mediante el método centrífugo de las licuadoras se deben consumir en un máximo de una hora después de realizado. En relación con lo anterior, los zumos y jugos extraídos con el prensado en frío de los extractores de zumo pueden durar de 3 a 5 días en el frigorífico sin deteriorarse.
Este tiempo dependerá de los ingredientes usados para su elaboración. La ventaja es que, si la persona quiere optimizar su rutina diaria, puede preparar el zumo por la noche para tenerlo listo al día siguiente.
Si el presupuesto del usuario es reducido, la ganadora de esta categoría será la licuadora centrífuga ya que pueden encontrarse modelos de buena calidad por una cifra mínima de 30 euros.
Con relación a lo anterior, los extractores de jugo suelen tener un precio muy elevado. Un buen extractor de zumo tiene un valor de mercado de un aproximado de 150 euros, convirtiéndose en una opción más exclusiva o limitada a cierto tipo de público.
Sin embargo, es ideal tener en cuenta el estilo de vida de cada usuario. Si se dispone de poco tiempo, una licuadora centrífuga suele ser ideal.
Si, por el contrario, el consumidor tiene más tiempo libre y desea mantener un estilo de vida saludable, los extractores de jugo son perfectos. Esta opción desprende mayor cantidad de vitaminas y nutrientes en la preparación de los zumos.