Suárez-Quiñones destaca que la Junta fue “visionaria” y “pionera” en eficiencia energética y lucha contra el cambio climático

Los alcaldes de Valladolid y Medina del Campo valoran las inversiones realizadas en el cambio de luminarias led al suponer ahorros económicos importantes.

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El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, destacó hoy en Valladolid que la Junta de Castilla y León fue “visionaria” y “pionera” en eficiencia energética, sostenibilidad y lucha contra el cambio climático. No en vano, enumeró las medidas implementadas desde el año 2012 como los planes para el cambio de luminarias led en los municipios del medio rural de la Comunidad, las redes de calor con biomasa, el impulso de fábricas de pellets, la mejora de la eficiencia energética de las viviendas y la rehabilitación urbana, entre otras. 


Con motivo de su intervención en el Foro El Mundo de Castilla y León sobre el ‘Pacto verde europeo. Las ciudades del futuro’, Suárez-Quiñones valoró la labor de Somacyl en materia energética cuando se planteó hace más de 15 años la sustitución de los combustibles fósiles por energías renovables “cuando nadie hablaba de ello”. Además, destacó, según recogió la Agencia Ical, que fue la primera comunidad autónoma en 2014 con una normativa de rehabilitación edificatoria para mejorar la eficiencia energética de los edificios. “Fue la ley de las tres R: rehabilitación, renovación y regeneración urbanas”, precisó. Gracias a ello, se lograron ahorros energéticos en las viviendas, con la consiguiente reducción de la factura para las familias; un compromiso de menos emisiones de CO2 y un embellecimiento de los pueblos y las ciudades. 

De ahí que asegurara que, en la actualidad, Castilla y León está en una situación “mucho mejor” que otros territorios al contar con iniciativas en materia energética que tienen “muy pocas” o “ninguna” comunidad. 


Hizo especial mención a la política de la red calor y puso como ejemplo la existente en la Universidad de Valladolid (UVa), que da calefacción y agua caliente a 32 edificios de la institución académica y el Hospital Clínico Universitario, gracias a la biomasa de Castilla y León, que es una energía renovable reconocida por la Unión Europa. También habló de otra red de calor en la capital, situada en el barrio de Huerta del Rey, que da energía a las sedes de varias consejerías de la Junta, está prevista la conexión de la Delegación del Gobierno y se prevén enganchar otras instalaciones municipales. Además, se está en ejecución para que la red de calor llegue a toda la parte oeste de Valladolid, con la biomasa. De ahí que no dudara en que la capital es una de las principales ciudades europeas en esta materia.


Una biomasa que el consejero calificó de “soberanía energética” ya que nadie vendrá a quitársela a Castilla y León al crecer todos los años. Apuntó que son 6,5 millones de toneladas cada año, por lo que habló de que se trata de un ejemplo de economía circular “indiscutible”. Por lo tanto, aseguró que la Junta ha trabajado y trabaja, de una forma prioritaria, por el compromiso medioambiental, a través del ahorro energético y económico y embellecimiento y modernidad. 


El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, apuntó en su intervención en la mesa redonda que el alumbrado público representa el mayor gasto energético de un ayuntamiento y, una disminución en ese consumo, supone un ahorro económico “muy importante”. Expuso que el alumbrado público de la ciudad de Valladolid cuenta con 47.600 puntos de luz, de los que 30.800 son led. Es decir, el 65 por ciento y eso, calculó, ha supuesto un ahorro del consumo energético anual (kilovatios hora) del 54 por ciento, que se traduce en una disminución de la factura anual de dos millones de euros. 

Puente señaló que el Consistorio lleva a cabo desde 2012 actuaciones para reducir el consumo de energía en el alumbrado público. Explicó que en un primer momento se instalaron reguladores de flujo en las instalaciones y equipos de doble nivel en las luminarias, de esta forma se conseguía una disminución del flujo en determinadas horas de la noche y por tanto una disminución del consumo energético. A partir de 2014, se inició el cambio de luminarias de descarga de sodio por luminarias de led con regulación para disminuir el consumo durante las horas nocturnas.


Un ahorro que, añadió, implica una disminución importante de emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, reconoció que el Ayuntamiento está pendiente de que se abran convocatorias de fondos europeos para presentar solicitud de ayuda en esta materia, después de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) haya propuesto destinar fondos europeos para incorporar tecnología led al alumbrado y a la adaptación. Tras ofrecer estos datos, el alcalde manifestó que, ahora, el mayor esfuerzo corresponde a las edificaciones residenciales, las industrias y el sector terciario y la movilidad. 


Tecnología de Signify

Por su parte, el presidente y director general de Signify en España y Portugal, Josep Martínez, dejó claro que la energía “más barata” es la que no se consume. “Hay que saber cuánto puedo dejar de consumir con la tecnología actual”, aseveró. Eso sí, apuntó que la situación de “grave” crisis energética actual obliga a la industria a innovar para reducir la dependencia energética y los altos costes. “Invertir en sostenibilidad es muy barato porque lo que es caro es no invertir”, concluyó el responsable del grupo Philips, con una planta en Valladolid.


Martínez valoró la tecnología ya que gracias a una adecuada iluminación se pueden reducir un 30 por ciento los accidentes de tráfico o un 20 por ciento los actos vandálicos. Además, puso el ejemplo de un municipio de 40.000 habitantes que opta por renovar su alumbrado público con bombillas led, en sustitución de las tradicionales lámparas de descarga de sodio. Apuntó que ese cambio supondría un ahorro energético de 1,2 millones de euros al año, con siete gigavatios hora y equivalente a 2.000 toneladas de emisiones de CO2. Una inversión que, aseguró, se amortiza en menos de cuatro años.


El alcalde de Medina del Campo, Guzmán Gómez, apostó por colaboración público privada en materia de eficiencia energética, con una apuesta clara por las renovables, que son claves para lograr un ahorro económico y reducir la huella de carbono. Algo que consideró es posible en un municipio de más de 20.000 habitante como Medina de Campo pero también en un pueblo pequeño, como es que se inició en 2012 en Nava del Rey cuando estaba al frente de ese ayuntamiento. Gómez abogó por no “volverse locos” con los ecologismos “radicales” y ser muy “prácticos” y “valientes” con las decisiones a tomar.