La Federación de Hostelería propone la creación de bonos eléctricos con los remanentes de las ayudas COVID al sector

Los negocios piden a las administraciones que diseñen medidas de apoyo al consumo, reducción de costes y transición hacia fuentes de energía renovables.

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Hostelería cafetería


La Federación estatal de Hostelería pone en marcha una campaña ante la situación energética y sus consecuencias en los establecimientos con algunas propuestas como la aprobación y puesta en marcha de bonos eléctricos, gracias a los remanentes de las ayudas COVID-19 al sector, no aplicados, y valorados en estos momentos en 3.000 millones de euros. En este sentido, apostaron que las diferentes administraciones como nacional, autonómica y local en diputaciones y ayuntamientos diseñen medidas de apoyo al consumo, reducción de costes y transición hacia fuentes de energía renovables.



Entre otras propuestas, recogidas por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid, están la eliminación de peajes y búsqueda de fórmulas de contratación adaptadas a la realidad de sector. Por ejemplo, demandan una revisión de los sistemas de contratación en términos de potencia, discontinuidad a lo largo de diferentes periodos en el año y eliminación de penalizaciones. También, la rebaja de los impuestos eléctricos y los costes regulatorios, estableciendo suspensiones temporales, moratorias y aplazamientos; otorgar avales públicos para poder acceder a compras de suministros renovables a largo plazo por parte de grupos de usuarios y promover los sistemas de compra agrupada y subastas de contratación en el sector.


Esta campaña coincide con un manifiesto ante la situación de “extrema” gravedad que atraviesan la mayoría de los establecimientos hosteleros, debido al alza de precios que reflejan la electricidad y el gas. Según los datos que maneja Hostelería de España, la energía representa entre el seis y el ocho por ciento de los costes de un negocio hostelero, por lo que una subida de un tercio puede provocar un aumento de entre el dos y tres por ciento de los gastos fijos en las empresas del sector.


Según sus cálculos, el coste medio de un local de restauración puede situarse actualmente en una media de entre 3.000 y 6.000 euros, que varía en función del tamaño, la localización y los servicios que se realicen. De este modo, el porcentaje de subida del recibo de la electricidad dependerá del tamaño y tipo de negocio hostelero, que podría situarse entre un 20 y 40 por ciento.


El comunicado de la Asociación señala que, hasta ahora, el sector hostelero ha realizado acciones de mejora y eficiencia en el consumo, pero denuncia la falta de ayudas y apoyos para la reconversión de instalaciones y equipos. Tampoco se ha dispuesto de ayudas para la implantación de fuentes de energía renovables y sistemas de autoconsumo.


La nota añadió que los establecimientos de hostelería tienen un perfil de consumos heterogéneos que exigen la adopción de medidas diferenciales según las tipologías y franjas de consumo (fines de semana y ocio nocturno). “Existe un tipo de consumo muy usual en franjas en que el coste de la energía es punta, por ello se encuentra claramente penalizado. Por ello es tan importante poder disponer de mayores fuentes de energía renovable y autoconsumo, así como de fórmulas de contratación más flexibles”, precisaron los empresarios del sector.


Además, la mayor parte de los negocios hosteleros (75 por ciento) ha notado que el aumento generalizado de costes ha propiciado una tendencia al ahorro por parte del cliente. Éste se ha manifestado principalmente en la reducción del ticket medio, llegando al 54,5 por ciento.


Debido a todo esto, las previsiones para el último trimestre del año son de caída media de ventas. En concreto, un 71,3 por ciento de los encuestados piensa que la facturación va a ser inferior que la de 2019, un 21,7 por ciento cree que las ventas se van a mantener y sólo un siete por ciento piensa que va a superar las cifras precrisis. De los que piensan que la facturación va a ser inferior, más de un 80 por ciento cree que la caída va a ser superior al diez por ciento.


Hay que tener en cuenta que el sector de la hostelería es uno de los motores económicos del país, compuesto por más de 320.000 establecimientos que dan empleo directo a 1,7 millones de trabajadores y que supone una aportación a la economía nacional del 6,4 por ciento del PIB (4,9 por ciento la restauración y 1,5 por ciento el alojamiento), con datos correspondientes a 2019.