Mariano Hoya asegura que la subida salarial es una necesidad para una economía como la española basada en el consumo interno

​El vicesecretario general de Política Sindical de UGT advierte de que con una inflación del 10,5% y una subida de sueldos del 2,6%, “la chispa puede saltar en cualquier momento”.

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El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya, aseguró hoy que en el actual contexto económico con una inflación desbocada, la subida salarial es una necesidad para una economía como la española que se asienta en un tejido de pymes y en el consumo interno. “En caso contrario, si el consumo interno se retrae, se perderán muchos puestos empleos y empresas”, sentenció.


Mariano Hoya, que esta mañana participó en Valladolid en una jornada en la que se hizo balance de los 14 años de la aprobación del Estatuto Básico del Empleado Público, confía en que finalmente la CEOE se siente a negociar, aunque reconoció que la actual directiva de la Patronal está muy condicionada por las elecciones que celebrará en noviembre. Con una inflación del 10,5 por ciento y con una subida media de los salarios del 2,6 por ciento, “la chispa puede explotar en cualquier momento, como ya se vio en Cádiz”.


En este sentido, recordó las movilizaciones conjuntas previstas en octubre y noviembre junto a CCOO para exigir a la CEOE que se siente a negociar un acuerdo de negociación colectiva, a la vez recalcó la petición que UGT ha trasladado al Gobierno para incrementar el Salario Mínimo hasta los 1.100 euros.


Además, Hoya también hizo un balance “muy positivo” de la reforma laboral, ya que su aplicación ha permito a los sindicatos equilibrar la negociación colectiva, se ha recuperado la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa, para evitar los convenios “de cuñados” y también se ha recuperado la ultraactividad de los convenios.


A su vez, también destacó que gracias a la reforma laboral se han modificado los contratos formativos para que el acceso al mundo laboral sea “sereno, tranquilo y protegido”, se ha recortado la temporalidad, dado que los contratos indefinidos han pasado de ser uno de cada diez contratos a uno de cada dos, y se ha logrado acabar con la “ley de la selva” en la subcontratación. “El balance de esta reforma laboral pactada y consensuada ha sido muy positivo y está siendo muy valorada también fuera de España”, afirmó.