Carlos León reflexiona sobre nuestra relación con la naturaleza y explora la pobreza social y la riqueza cultural de África en la exposición ‘Encender’

La muestra abre hoy sus puertas en la Galería Fernando Pradilla, dentro de la programación de Apertura Madrid Gallery Weekend.

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El artista afincado en Segovia Carlos León (Ceuta, 1948) reúne una serie de obras recientes con la madera como soporte en su exposición ‘Encender’, que hoy jueves abre sus puertas en la Galería Fernando Pradilla en el marco de Apertura Madrid Gallery Weekend 2022. Esta enorme cita cultural, que organiza la asociación Arte Madrid desde 2009, congrega las actividades de 55 espacios expositivos que  inauguran de forma simultánea nuevas exposiciones con amplios horarios para que todo el mundo pueda disfrutar de su oferta cultural.


‘Háfrika’ y ‘Jardín químico’ son las dos series que constituyen el eje central de la exposición, en las que León retoma temáticas ya analizadas en su producción artística, asociadas a nuevos ideales personales y experiencias vividas. En la primera habla al espectador de la pobreza social y, al mismo tiempo, de la rica cultura del continente que le vio nacer. 


Según explica el artista en declaraciones recogidas por Ical, la ortografía adoptada para esta serie refleja su deseo de reescribir la palabra África, incluyendo en ella elementos fonéticos propios de las lenguas mayoritarias y de los dialectos locales de ese continente, como son la h aspirada o la letra k. 


Para Carlos León, que nació en Ceuta y viajó en diferentes ocasiones por distintos lugares de su geografía, la dolorosa historia del continente, marcada por experiencias brutales de esclavismo y de colonialismo abusivo, “parece no haber logrado borrar ni esterilizar lo más profundo de sus culturas, de sus creencias religiosas ni la admirable actitud vital de sus habitantes”. 


Encerrado en su estudio segoviano a raíz de la reciente pandemia, León vuelve a explorar la más profunda e íntima naturaleza de lo ‘hafrikano’, rindiendo homenaje al poder expresivo de este continente a través de la abstracción y la esencialidad.


Por otra parte, en las obras que constituyen la serie ‘Jardín químico’ destaca un color verde ácido; una tonalidad que no se puede encontrar en la naturaleza, y que lleva al público a preguntarse “qué estamos haciendo con nuestro planeta”, tocando así uno de los problemas más importantes que están afectando no sólo al ecosistema, sino también a nuestras vidas y nuestras costumbres. 


El jardín, entendido como espacio simbólico y de representación, es el motivo sobre el que León ha construido gran parte de su obra desde los años ochenta. Después de una larga etapa en París en los setenta donde los presupuestos del movimiento Suport-surface fueron decisivos en la construcción de sus obras, a partir de una segunda etapa internacional radicada en Nueva York el creador comienza a incorporar en sus obras parámetros cercanos a la pintura de acción y deja atrás pinceles y brochas para dar paso a una pintura gestual con ciertos toques de primitivismo, donde la acción directa del cuerpo sobre el soporte se constituye en el elemento plástico y conceptual que defi­ne su lenguaje actual.


Vuelta al acrílico

La muestra, que permanecerá abierta al público hasta el próximo 22 de octubre, es un buen ejemplo de la exploración que el artista emprendió en 2019, sobre las posibilidades plásticas de la madera como soporte. Tras dejar atrás casi veinte años de trayectoria dedicada a experimentar con el óleo sobre dibond, la vuelta al acrílico (extendido sobre la madera con las manos o con brocha) permite a León crear complejas composiciones cromáticas, caracterizadas por una caligrafía pictórica en las que la huella de su cuerpo sobre la super­ficie sigue siendo el elemento protagonista de estas nuevas pinturas de mediano y gran formato.


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Carlos León cuenta con gran reconocimiento por parte de la crítica, los museos y la instituciones públicas y privadas. Ha recibido el Premio de la Comunidad de Madrid de Artes Plásticas en 2014 y Premio Nacional Arte y Mecenazgo de la Fundación La Caixa en 2016. En los últimos años su obra ha sido objeto de numerosas exposiciones institucionales como la del Centro de Arte José Guerrero de Granada: ‘Pasajes’ (2018), comisariada por Francisco Baena; ‘Tomando distancia’ (2020) en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, y ‘Fracturas’ (2021) en el Domus Artium de Salamanca, comisariada por Fernando Castro Flórez.