La mujer fallecida en la fiesta ‘rave’ de Salce (Zamora) “padecía alguna patología cardíaca, a la espera de la autopsia”

La Guardia Civil impuso más de 200 sanciones y detuvo a dos personas en la concentración ilegal, que llegó a contar con más de 2.500 participantes.

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Guardia civil


La mujer de 32 años y nacionalidad suiza fallecida durante la celebración de fiesta ‘rave’ de Argusino, en el municipio de Salce, que no fue comunicada a la Subdelegación del Gobierno, “no presentaba ningún signo de violencia y, por lo que se sabe, de forma provisional, padecía alguna patología cardíaca”, según señaló hoy el subdelegado Ángel Blanco. “Lógicamente, estamos a la espera de la autopsia. En todo momento, estuvo acompañada por su novio y por amigos”, apuntó.


1.100 PERSONAS

Por el número de vehículos registrados, la Subdelegación estima una cifra cercana a 1.100 personas, procedentes de Francia, Bélgica, Italia y Suiza, entre otros países, a la concentración ‘rave’. “Había muchos vehículos con solo una persona, por lo que entendemos que, en ningún momento ha habido más de 2.500 personas. Ayer por la mañana visitamos el lugar y ya salían vehículos del festival”, precisó. 


“El viernes se decidió no dejar pasar más coches, lo que generó algún momento de tensión. Algunos se dejaron atravesados en los caminos y eso impidió el paso a algunos ganaderos para atender el ganado, aunque la situación se resolvió enseguida. En Villar del Buey, cinco ganaderos denunciaron daños en los vallados”, agregó.


Una treintena de agentes de la Guardia Civil, de todas las comandancias de Castilla y León, excepto Burgos y Soria, vigilaron la zona las 24 horas del día para controlar y sancionar las infracciones que se cometieran. “Los actos ilícitos no pueden quedar impunes. Provisionalmente, hubo un detenido el viernes y otro ayer por presuntos delitos contra la salud pública y más de 200 denuncias, sobre todo, de tráfico, por drogas y tenencia de arma blanca, además de desconsideración hacia los agentes de la autoridad”, enumeró Blanco.


Los últimos datos es que a las 12.00 horas de hoy dejó de sonar la música y parte de los asistentes empezaban a abandonar la zona. Con la decisión de no dejar más coches, se intentaba evitar que se produjera un efecto llamada a la concentración. “La gente que dejaba los coches fuera del recinto acudía andando. Había que tener mucho cuidado y nos preocupaban los incendios. Había carteles en el lugar de que no se podía hacer fuego y el comportamiento fue correcto, según indicó el Seprona”, anotó.


La concentración se convocó a través de redes sociales restringidas, como Telegrram y WhatsApp, y muchos de los asistentes se desplazaron desde otro concierto celebrado en Portugal. “Los hechos están sub iudice. La Guardia Civil envió las diligencias al Juzgado de Guardia de Zamora”, comentó el subdelegado. 


Ángel Blanco hizo todas estas declaraciones después de la reunión de coordinación que mantiene cada semana con los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.


“Tenemos un dispositivo establecido para que la gente que se marcha lo haga con seguridad, en el que participan efectivos de Seguridad Ciudadana, Tráfico y el Servicio Cinológico, además de un helicóptero y drones”, enumeró el jefe de la Comandancia de Zamora, Héctor David Pulido. “Estamos indagando para averiguar la identidad de las personas que organizaron el festival, aunque entendemos que son extranjeras”, concluyó.