La Institución provincial recibió la semana pasada las obras de mejora del abastecimiento de agua, en las que se invirtieron más de 44.000 euros. La recepción le correspondió al vicepresidente tercero y diputado de Medio Ambiente y Obras Municipales, Javier Faúndez, y al alcalde de Gallegos del Río, Pascual Blanco.
Flores se abastecía de manantial Valde Geijo, un acuífero superficial que no aportaba el caudal suficiente para abastecer a la localidad debido a la escasez de lluvias. Ello obligó utilizar un pozo de sondeo existente, que aportaba un agua no apta para el consumo humano dado que tenía unos niveles de 250?g/l de hierro y 520?g/h de manganeso, según precisaron fuentes de la Diputación de Zamora.
La situación llevó a suministrar el agua de la red general de abastecimiento pero solo para el aseo, no para el consumo. Fue entonces cuando la Diputación abasteció a la población con agua en garrafas.
La nueva planta potabilizadora compacta puede aportar un caudal de agua potable de cuatro o cinco metros cúbicos por hora, suficiente para una población como la de Flores, que no supera los 110 habitantes en verano.
La planta cuenta con sistemas de control GSM, que manda avisos para evitar que la localidad se quede sin agua. La tecnología empleada logra suministrar agua potable a un bajo coste y tiempo de instalación, “ya que esta planta se instaló en menos de siete días y con unos costes de mantenimiento mínimos”.
El proceso de potabilización se hace en cinco etapas: una primera etapa de oxidación, aireación y cloración; dos etapas de filtración mediante absorción con doble botella de filtrado, y otras dos, en las que se equilibra el pH del agua y se añade hipoclorito para garantizar la desinfección del agua.