Hoy Toro escribe un nuevo capítulo en la histórica lucha por la igualdad en la cultura

​La segunda edición de La Iberoamericana de Toro vuelve a reivindicar la visibilidad e igualdad de las artistas iberoamericanas en el arte contemporáneo en un certamen que se celebrará desde hoy hasta el 16 de octubre con más artistas, nuevas sedes y Perú como país invitado.
|


Obra de Lu00faa Coderch


Toro acogerá de nuevo este año la exposición La Iberoamericana con Perú como país invitado. Desde hoy hasta el 16 de octubre, el municipio zamorano se convertirá, como ya lo hizo en el pasado 2021, en un referente de las mujeres artistas, que mostrarán el talento que tienen todas sus obras. Todo, gracias a una iniciativa cultural del Gabinete de la Sociedad de Amigos de las Artes y del Ayuntamiento de Toro.


La presentación de esta esperada segunda entrega tuvo lugar el pasado mes de mayo con la presencia del alcalde de Toro, Tomás del Bien, junto al que repite como comisario de la prestigiosa muestra Víctor del Campo y con el Agregado Cultural de la Embajada de Perú en España, Eduardo González Viaña.


Durante aquella primera puesta de largo se desvelaron nuevos detalles sobre esta nueva Iberoamericana, uno de los acontecimientos artísticos más notables de la agenda veraniega, sin duda, no sólo en la Comunidad, sino en el conjunto del país. Cabe destacar la participación de 35 artistas, un 20 por ciento más que en primer encuentro, entre ellas Marina Núñez, Paloma Navares, Gloria Andrade, Patricia Gadea, Jimena Kato, Juana González o Paloma de la Cruz, que expondrán más de cien obras en diferentes puntos de la localidad, para que todo el que quiera acercarse pueda disfrutar del talento plasmado en la escultura, en la pintura o en la fotografía, entre otros terrenos. Hablamos de artistas procedentes de España, Perú, Cuba, Portugal, México y Ecuador.


Jimena Kato   Cocoon (1)



¿Qué hay de los escenarios que albergarán estas piezas? Serán la Iglesia de San Agustín, el Alcázar de Toro, Casa de la cultura, Capilla de las Mercedarias (donde podremos ver las propuestas artística de las mencionadas Marina Núñez, Paloma Navares o Gloria Andrade), iglesia de la Concepción, recién restaurada (aquí contemplaremos el arte de Barboza, Azucena Carbajosa, Carla Hayes, Cecilia Paredes, Sonia Navarro, Teresa Gancedo o Yolanda Tabanero), y el Hospital de la Cruz los rincones que acogerán desde el 1 de julio el talento recogido en todas las obras.


Eduardo González Viaña valoraba de forma positiva la iniciativa del municipio zamorano, ya que con esta exposición se favorece la visibilidad de la cultura a la vez que se lucha por la búsqueda de la igualdad. Por otro lado, Víctor del Campo, como comisario de la exposición, esperaba que todo el mundo que acuda disfrute de la riqueza cultural con la que contará la exposición. Tomás del Bien, alcalde de Toro, consideraba que el impacto económico que tiene esta exposición sobre el municipio es muy grande, al tiempo que agradecía la colaboración de todos los que hacen posible que un año más Toro pueda volver a tener la exposición La Iberoamericana con Perú como país invitado, al que agradecía su apoyo y ayuda para seguir adelante.


Los grandes museos, presentes

Los presentes agradecían a aquellos que han cedido obras a la muestra, entre ellos el Museo Reina Sofía, Museo Thyssen (con una colaboración aún por definir al cierre de esta edición) o la Fundación Fundos. Es la primera vez que las obras de las artistas elegidas salen de las capitales para presentarse al gran público en el medio rural y también la primera vez que comparten estos museos algunas de sus más preciadas obras para alimentar una exposición centrada en artistas iberoamericanas.


El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía cede a la Iberoamericana de Toro durante su segunda edición cuatro piezas de videoarte digitalizadas de la cubana Ana Mendieta. Obras realizadas en 8mm, originalmente custodiadas en betacam, que la enigmática artista realizó en los años 70.


Las obras prestadas por el Reina Sofía son concretamente Burial Pyrámide, Yagul, México (1974), Untitled - Blood sign #2 / Body Tracks (1974), Untitled - Blood and Feathers #2 (1974) y Corazón de roca con sangre (1975). Una fiel muestra de su inconfundible estilo en el que se instaló a base de experimentación en géneros de los que fue pionera, como el Land Art, Body Art o la Performance. Mendieta compartirá el Alcázar con las también cubanas Glenda León (desafiando incesantemente nuestras percepciones del mundo), Lorena Gutiérrez Camejo (canaliza sus preocupaciones mediante el camuflaje, usado como principal estrategia de la imagen del poder) y la inglesa naturalizada mexicana Mónica Dower.


Delhy Tejero

También tenemos que hablar de Delhy Tejero, que llegará de la mano del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid. Este centro custodia parte de la obra de la mujer que da nombre al premio honorífico de la Iberoamericana de Toro; la artista toresana por excelencia volverá así a la tierra que le vio nacer. En su segunda edición la muestra albergará seis de sus obras que constituyen un heterogéneo conjunto de dibujos realizados entre los años 1940 y 1967. Concretamente, Calle de Segovia desde las Vistillas (1942-1945), Cibeles de noche (1948-1950), Estadio Vicente Calderón (1966-1967), Nosotros-ellos (1940-1945), Sueño surrealista (1951) y Vista de Madrid (1960-1965).


Por un lado, encontramos una serie de vistas urbanas de la ciudad que se caracterizan por un estilo visual en el que prima la atmósfera sobre la definición de formas. Salvo el caso de Estadio Vicente Calderón, el resto de dibujos dedicados a la ciudad la convierten en un lugar neblinoso y etéreo, otorgando a estas vistas un aire onírico muy propio del surrealismo que impregnó las obras de la artista durante una época.

Nosotros-ellos participa de este espíritu, pero en lugar de mostrarnos el misterio de la ciudad muestra las consecuencias de la Guerra Civil. La obra presenta una panorámica desoladora en la que podemos apreciar en un primer plano restos de árboles que permanecen delante de unas ruinas en las que se aprecia la presencia de una pareja de personas hablando. El título de la obra habla de la dualidad entre los dos bandos, de cómo se elaboran discursos para deshumanizar al otro y convertirlo en un enemigo al que batir.


Sueño surrealista presenta una escena que está dominada por una gran figura sentada de espaldas al espectador alrededor de una mesa. Lo que parece una procesión de personas que llevan entre sus manos cuadros, esculturas o textos están a la espera de ser atendidos por este personaje. La obra adopta la forma de un boceto realizado de primeras, sin correcciones, y muestra una amalgama de personajes y elementos en los que podemos destacar ciertos recursos propios del lenguaje surrealista como la metamorfosis o las divergencias de tama.


El arte de Delhy se instalará en la Iglesia de San Agustín junto a obras de Juana González, de Cristina Toledo, Lucía Alves, Paloma de la Cruz y Patricia Gadea.


Por cierto, tras el éxito de la pasada edición, se mantienen los Encuentros Delhy Tejero en el teatro Latorre. Este año, los asistentes tendrán la ocasión de aprender y disfrutar con las performances a cargo de Miss Beige y María Gimeno, así como con diferentes mesas de debate. Las invitadas se van a centrar en estudiar, en dialogar y en abordar cuál es la situación actual de las mujeres artistas en las colecciones privadas y públicas de los museos. Un tema, sin duda, más que interesante.  


Por otro lado, el Museo de Arte Contemporáneo cede también cinco obras de Cristina Rodero para esta muestra que pertenecen a la colección Recorridos fotográficos por ARCO. Cristina García Rodero, Premio Nacional de Fotografía, participó en este proyecto en la edición de 1990. Llama la atención de estas fotografías el interés que muestra la artista en la relación de las obras con el público. Como si se tratase de un ensayo acerca de recepción de las formas de recepción de arte, su mirada capta el momento en el que se produce la conexión entre el observador y la obra.


Por su parte, la obra cedida de Leo Serrano pertenece a la serie Arabesque, inspirada en una investigación realizada por la artista sobre el paso de los ballets rusos de Diaghilev por la Alhambra. Al observar fotografías de esa época, pudo comprobar cómo los vestidos de la compañía entablaban un diálogo con la decoración de las paredes del palacio Nazarí en el que se inspira.


La artista se plantea entonces descomponer las imágenes y obtener patrones visuales para estamparlos con tinta en telares que cuelgan del techo con el objetivo de crear un objeto que danzara suspendido en el aire de manera delicada y casi imperceptible. Las formas estampadas en el tejido de algodón pierden a su vez la consistencia debido a la no continuidad de los hilos entre sí. El resultado es toda una metáfora del lugar que ocupamos en el espacio, y de cómo diferentes fuerzas interactúan con nosotros en una danza existencial.

Además de las obras cedidas por dos de los grandes museos de Madrid, en la segunda edición de La Iberoamericana de Toro se dará una circunstancia curiosa: tendrá una comisaria invitada; concretamente, Kristine Guzmán, que hará su propia propuesta en el espacio de la Casa de la Cultura de Toro.


Por otro lado, también hay que destacar dentro del programa la muestra llamada Tras las huellas de Humboldt, enmarcada dentro del programa MUSAC OFF del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, que acoge obras de las artistas Natividad Bermejo, Bleda y Rosa, Lúa Coderch, María Lara, Gilda Mantilla, Lola Marazuela y Paco Mesa, Carme Nogueira y Laura Salguero.


Una selección inspirada en la vida y obra, pero sobre todo los viajes científicos de Alexander von Humboldt, un hombre adelantado a su tiempo, que aportó una nueva visión de la naturaleza desde las humanidades, la geobotánica, la zoología y la etnografía, entre otras.


Comenzando por la idea misma del viaje, de exploración, de imaginar otras tierras u otras formas de vida, las ocho artistas en esta muestra observan, apuntan, clasifican y representan el mundo que ven o imaginan. La exposición nos sumerge así en el concepto del viaje como fin artístico y documental en la obra de Lola Marazuela y Paco Mesa; en la formación de la idea de paisaje en un lugar concreto por Carme Nogueira; en el afán por registrar lugares, patente en el trabajo de Bleda y Rosa; en el registro y catalogación de la naturaleza en las obras de Gilda Mantilla y Laura Salguero; en las representaciones científicas ampliadas o abstractas de Natividad Bermejo o María Lara; o en la transmisión de la propia experiencia del paisaje, en el vídeo-carta de Lúa Coderch.


Todas estas ideas se engloban en el pensamiento de Humboldt, un “ciudadano universal” en palabras del académico Jaime Labas. Con estos préstamos se da voz así, de una forma ejemplar, a una de las grandes reivindicaciones de la muestra, que es la descentralización de la cultura hacia el medio rural.


También con pabellón propio, tendrá representación la Diputación Foral de Bizkaia, con obra de la artista y diseñadora bilbaína Miriam Ocáriz. Su particular y rompedor universo se traslada a Toro, donde se podrá observar con detalle una propuesta que utiliza como elemento principal de identidad la moda. Ocáriz compartirá el Hospital de la Cruz con Isabel Flores y Almudena Fernández Fariña.


El éxito de la primera edición celebrada durante el verano de 2021 supuso que más de 30.000 personas fueron testigos de esta muestra sin precedentes que reunió más de 150 obras creadas por 30 artistas. En la presente edición la organización tiene el deseo de volver a superar sus expectativas convirtiendo de nuevo este enclave zamorano en un gran museo compuesto de salas históricas, como iglesias y espacios culturales que datan de los de los siglos XII y XV.


Alcazar torreon



Otras novedades: visita de colegios y cine hecho por mujeres


Además del aumento en el número de artistas en la sección general o de la cesión de tesoros de grandes museos de arte contemporáneo del país, esta vez habrá otras novedades con respecto a la pasada entrega de La Iberoamericana de Toro.


Por ejemplo, la prolongación hasta el 16 de octubre servirá (alrededor de un mes más que en el primer encuentro), entre otras cosas, para facilitar el acercamiento de los alumnos de colegios e institutos a estas obras y espacios, con el objetivo de sensibilizar a los más jóvenes en pro de la igualdad y la cultura contemporánea.


También tenemos que hablar de la inclusión del certamen de cine hecho por mujeres (concretamente, una selección de la última década). En el programa se incluyen títulos que van desde cortometrajes a documentales.  Viaje a Tombuctú, de Rossana Díaz Costa; Dalila, la guardiana del monte y El Huallaga, de Lupe Benítez; El tejido andino y Pacificum, el retorno al océano, de Mariana Tchudi, y Mamá Irene, sanadora de los Andes, de Elisabeth Möhlmann & Bettina Ehrhardt, componen el cartel.


La Iberoamericana de Toro aúna así la expresión contemporánea de Iberoamérica con la tradición, cultura, historia y patrimonio de Toro.  La entrega calentaba motores la pasada semana, con la puesta en marcha de un montaje que augura muchas satisfacciones tanto para la organización como para artistas y, por supuesto, visitantes. 


Juana Gonzu00e1lez   Ventana