Los hechos, según se recoge en la sentencia a la que ha tenido acceso Ical, ocurrieron en julio del año 2000, cuando el acusado, según la sentencia dictada por la Audiencia, se encontraba en una vivienda junto a otros varones y una mujer, prolongando una fiesta que habían comenzado en un bar.
LOS HECHOS
En un momento dado, cuando la víctima, que se encontraba en el patio hablando por teléfono entró en la vivienda, el acusado y otra persona que se encuentra en paradero desconocido, se acercaron a ella, la agarraron de los brazos, forcejeando, y le dijeron que querían “follar con ella”.
En ese momento, el otro varón que se encontraba en la vivienda salió en su defensa, enzarzándose en una pelea con los otros dos. Como consecuencia de esta pelea, todos ellos resultaron con lesiones por las que no se presentó denuncia, y la víctima, producto del forcejeo y de los agarrones en los brazos y empujones sufrió lesiones consistentes en “policontusiones”, que solo precisaron primera asistencia, con un tiempo de curación de cuatro días .