Más de medio centenar de personas de Zamora y otras provincias se forman en León para ser maquinistas de Renfe en la XV promoción

El director del Centro de Formación advierte que es un curso caro, con un valor de 21.200 euros, pero que tiene como resultado “un futuro precioso con un trabajo divino”.

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Maquinista Renfe


Un total de 45 personas inició hoy en el Centro de Formación de Renfe en León el curso preparatorio para la obtención conjunta de la licencia y el diploma que acreditan la formación necesaria para ejercer la profesión de maquinista, y que pasarán a formar parte de la XV promoción de maquinistas de Renfe que imparte la Escuela Técnica Profesional de Conducción y Operaciones.


Se trata de 45 personas de las 305 seleccionadas entre las más de 2.400 inscritas y que inician hoy también esta formación en Bilbao, Madrid, Santander, Santiago de Compostela, Sevilla y Valencia, mientras que mañana lo harán en Barcelona y Miranda de Ebro. El número de alumnos del centro leonés lo convierte en la segunda escuela de conducción con más alumnos de España, por detrás de Madrid. El curso consta de 1.150 horas, de las que más de 250 horas serán de prácticas de conducción, para lo que 25 de los 45 alumnos que se forman en León lo harán en Oviedo y los 20 restantes en León.


El director del Centro de Formación de Renfe en León, José Antonio Novelle, reconoció que el curso hoy iniciado es “caro desde el punto de vista económico, con un valor de 21.200 euros”, pero que no lo es tanto “si te fijas en lo que paga la gente cuando hace una carrera y todos los másteres que hace después”.

La materia para ser maquinista, según detalla Novelle, “no empieza desde párvulos y lleva al fin de carrera”, sino que empieza “con un salto muy alto en el que no conoces nada y en el que durante un mes y medio nadie entiende nada”, aunque después “se empiezan a empezar a enlazar cosas”.


En cuanto a la misión de los formadores de León, el director del Centro explica que pasa por “mantener el nivel que se lleva hasta ahora como la mejor escuela de España en cuestión de resultados”. Por ese motivo desde el minuto cero se pide a los alumnos que estén “a tope” en una formación en la que, “además de todo lo que sale en los libros”, se inculcan valores como “disciplina o puntualidad” y se les explica que todo lo que pase en la vía solo lo sabrán ellos, lo que supone “una gran responsabilidad”, al ir “solos en la máquina”.


UNA GRAN RESPONSABILIDAD

Una gran responsabilidad que tiene como resultado “un futuro precioso con un trabajo divino” que “si estudian como tienen que hacerlo” podrán ejercer “pasado entre un año y medio y dos años”, para lo que “pueden elegir desde llevar un tren tipo 50 a llevar uno tipo 300”, lo que depende “no solo de cuestión de gustos o de estudios, sino también de los psicotécnicos, que son muy duros”.


Esta XV promoción de maquinistas que empezó a formarse hoy en León cuenta con alumnos procedentes, además de la provincia, de Galicia, Cáceres, Asturias, Salamanca o Zamora, que acuden a esta escuela “por la referencia que tiene”. Respecto a su perfil, “hay gente que empieza el curso con 19 o gente que lo hace con 30 o 50 años”, por lo que “los hay que solo tienen el bachillerato o que tienen más de una carrera”.


Todos ellos acaban el curso, tal y como ha ocurrido desde la III promoción que se empezó a impartir en la ciudad leonesa, de las que “tan solo uno no lo concluyó de 296 alumnos”. Todos ellos cuentan con “mucha integración laboral”.


Sara Vega tiene 27 años, es leonesa y comenzó hoy el curso de Renfe para seguir con la tradición familiar, ya que tanto su padre como su abuelo fueron ferroviarios. “Ya era el momento de hacerlo y casi todo el mundo que hace el curso, especialmente en León que es una de las mejores escuelas de España, acaba trabajando y mi objetivo es trabajar en Renfe”, señala, al tiempo que reconoce que le gustaría “trabajar en mercancías”, ya que es ahí donde trabajó su padre.


Unos años menos, 21 concretamente, tiene Marcelo Santos, también leonés y se encontraba estudiando ingeniería, que llega al curso “sin tener ninguna relación con el mundo del ferrocarril”. Sin embargo, sí que le ha gustado conducir siempre y “de conducir a ser maquinista pensé que podría gustar, así que decidí apuntarme y hacer el examen”. Santos coincide con su compañera y considera los trenes de mercancías los más interesantes porque “son más diversos y no siempre son lo mismo”.