Santi Mina usa la defensa de La Manada en el juicio por la supuesta violación: "¿Llevaba falda y ropa ajustada?"

El futbolista ofreció a la joven 400.000 euros a cambio de modificar su relato
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Santi Mina



Tras una semana de declaraciones en la Audiencia de Almería, el juicio contra los futbolistas Santi Mina (actual jugador del Celta) y David Goldar (jugador de la UD Ibiza) quedará visto para sentencia el jueves de esta semana. La fiscalía ha mantenido su petición de ocho años de cárcel para el futbolista vigués, y la exculpación de David Goldar, que ha comparecido durante estos días como testigo. La acusación particular ha insistido en solicitar nueve años y seis meses de cárcel para Santi Mina y la misma pena para el segundo, al que considera cooperador necesario.


El futbolista del conjunto celeste fue denunciados por una presunta violación en el verano de 2017, concretamente en una caravana estacionada en las afueras de una discoteca de Mojácar: “estaba manteniendo relaciones consentidas con Goldar después de haber estado la noche de fiesta y entonces entró Santi Mina y le introdujo el pene en la boca.”


Esto fue constatado por los forenses, los cuales ven verosímil la supuesta agresión sexual tras hallar lesiones genitales compatibles con una agresión sexual y además ADN de Santi Mina. A su vez, las psicólogas del del Instituto de Medicina Legal de Almería señalaron que en el momento de realizar la prueba la joven se encontraba con una sintomatología ansiosa grave, depresión, afección de la autoestima y estrés postraumático. 


Frente a esto, el futbolista oriundo de Vigo contrató un detective privado, para que comprobar si lo expuesto en el informe anteriormente citado era verídico y si la vida social de la joven se ajustaba a lo que en él aparecía. El detective, que trabajó para Santi Mina en julio y octubre de 2019, afirmó en la la sala penal que vigiló a la joven con un  "seguimiento a la mayor distancia posible".


Por otro lado, la abogada del futbolista, Fátima Magdalena Rodríguez, preguntó en este momento al detective si "llevaba faldas y ropa ajustada", un argumento antes visto en casos tan sonados como el de La Manada, a lo que el varón contestó que era algo "habitual en ella".