CCOO denuncia que la brecha salarial en Castilla y León alcanza el 21,3% y que los hombres cobran 5.200 euros más al año que las mujeres

El sindicato confía en que la subida del SMI y la reforma laboral permitan bajar “entre cinco y seis puntos porcentuales” la diferencia el próximo ejercicio.

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Mujer trabajadora


La secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO-CyL, Yolanda Martín Ventura, subrayó hoy que la brecha salarial entre lo que perciben los hombres y las mujeres en la Comunidad se sitúa en el 21,3 por ciento, lo que supone que las féminas perciben alrededor de 5.200 euros menos al año que ellos. En el conjunto del país, según señaló la secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones del Trabajo, Carolina Vidal, la brecha alcanza el 24 por ciento y los 5.252 euros, si bien explicó que confían en que la subida del SMI y la reforma laboral permitirán bajar “cinco o seis puntos” la distancia el año que viene. 


Las dos protagonizaron la jornada ‘Igualdad salarial ya’ en el salón de actos del sindicato en Valladolid, donde Martín Ventura explicó que los datos de empleo femenino “permanecen estancados en Castilla y León”, de acuerdo con los datos de la EPA del último trimestre de 2021. En ese sentido, explicó que la tasa de actividad de las mujeres en la autonomía se sitúa en el 49,46 por ciento, diez puntos por debajo de la masculina y por debajo de la media estatal, y que hay 92.400 más hombres ocupados que mujeres en la autonomía. 


También diez puntos por debajo se encuentran las féminas en la tasa de empleo, mientras que ellas nunca han situado su tasa de paro por debajo del 10 por ciento, además de sufrir “precariedad en el empleo” que, según detalló en declaraciones recogidas por Ical, “viene dada por parcialidad y temporalidad”. 


Asimismo, la tasa de temporalidad femenina alcanza el 26 por ciento, casi 4 puntos más que los hombres, y el 78 por ciento de la contratación parcial se hace a mujeres en Castilla y León, un porcentaje “creciente año tras año”, que conlleva también salarios más bajos. “El 40,9 mujeres ocupadas tienen ganancias menores de 15.000 euros anuales brutos, y el 25,72 por ciento de las mujeres tienen ingresos menores o iguales al SMI, mientras que el ratio en los hombres es del 11,12 por ciento. Además, en los salarios que están cinco veces por encima del SMI, el número de hombres dobla al de las mujeres”, lo cual significa que “existe una brecha salarial en los salarios más bajos y también en los más altos”.


Por todo ello, el lema del sindicato el próximo 8 de marzo será ‘Tenemos un plan para la igualdad’, ya que según comentó Vidal “los planes de igualdad son el mejor instrumento feminista que tienen las mujeres actualmente para intervenir desde el feminismo en las relaciones laborales”. El objetivo, señaló, es “hacer visible la brecha y exigir políticas públicas que saquen los cuidados de las familias para ayudar a las mujeres a incorporarse a las relaciones laborales en igualdad de condiciones”. 


Brechas laborales

“La brecha salarial no es consecuencia de números sin más, sino de brechas laborales”, defendió. Al respecto, lamentó la “parcialidad estrepitosa” que mantienen las relaciones laborales de las mujeres, un elemento que “se ha convertido en estructural en el empleo femenino pero que es coyuntural en el masculino”. “En Castilla y León la parcialidad es mayor que en el resto de autonomías, y esa parcialidad supone la mitad de la brecha, Si trabajáramos en el mismo porcentaje de jornada que los hombres la brecha salarial se reduciría a la mitad”, expuso. 


Tras considerar que “se valoran mal social, política y económicamente los cuidados”,un sector mayormente feminizado en el cual “los roles de género tienen una importancia determinante”, afirmó que la brecha se basa también en los complementos salariales. “Al empleo público se accede por mérito y capacidad, y en él hay un 8,5 por ciento más de mujeres que de hombres,pero hay una mayor tasa de temporalidad de las mujeres y hay brecha salarial como consecuencia de los salarios que se cobran en los puestos más altos”, completó. 


Además, lamentó “el lastre y la penalización que aún supone la maternidad”, puesto que las mujeres tienen una tasa de actividad del 70 por ciento si no tienen hijos, que llega al 57 por ciento cuando tienen tres hijos o más (“son mujeres que se convierten en inactivas como consecuencia de los ocultos trabajos de los cuidados”, explicó). 


En su opinión, la reforma laboral recientemente aprobada “está transversalizada por una perspectiva de género evidente”, ya que “apuesta contra la temporalidad y por buenos convenios colectivos sectoriales que protejan sus condiciones laborales frente a las empresas multiservicios”. “Entre 2008 y 2018 la brecha creció imparable año tras año, por la crisis financiera y las soluciones que el PP dio a la crisis: aniquilar derechos y aplastar las relaciones laborales de las mujeres. Desde finales de 2018, la brecha ha descendido cuatro puntos por el impacto de la subida del SMI y el acuerdo que el cuarto Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva formalizó con la patronal”, concluyó.