Pacma, sobre la manifestación rural: "Son colectivos autolesivos que culpan a la sociedad de haberse quedado atrás"

"No pueden pretender que el Estado les mantenga, deben reconvertirse con urgencia y adaptarse a la forma de vida de este siglo", apunta.

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Campo agricultura


El Partido Animalista (Pacma) criticó este lunes que el 'mundo rural' se haya "reducido" a la ganadería, la tauromaquia y la caza, y apuntó que en la manifestación rural de este domingo en Madrid participaron "colectivos autolesivos que culpan a la sociedad de haberse quedado atrás".


"FIRME DEFENSOR DEL MUNDO RURAL"

El Pacma apuntó en un comunicado que es un "firme defensor" del mundo rural entendido como "una forma de vida que se desarrolla fuera del entorno urbano e implica una relación más estrecha con la naturaleza". "Conlleva muchos más aspectos que criar animales para matarlos o explotarlos, llenar de plomo los montes y de excremento los suelos y el agua", añadió.


Según la formación animalista, manifestaciones como las de este domingo defienden los "intereses económicos de sectores que se están viendo afectados como resultado de un cambio social". "No se trata de abandono administrativo y falta de ayudas, como reclaman. Lo que denominan 'mundo rural' agoniza porque ellos mismos lo están matando poco a poco", sentenció, antes de agregar: "No pueden pretender que el Estado les mantenga, deben reconvertirse con urgencia y adaptarse a la forma de vida de este siglo".

Un ejemplo de esto, según el Pacma, es el “aumento del interés de la población en disfrutar del campo, de la tranquilidad, de la vida familiar en plena naturaleza o de la alimentación más sana y ecológica”. “Eso también es mundo rural y no asistimos a su declive, sino totalmente a lo contrario”, señaló.


“Defendemos una perspectiva de la vida campestre como algo muy positivo y que todas las personas deberían tener presente. El respecto hacia las demás especies, el hecho de formar parte de una relación simbiótica con éstas, la posibilidad de alimentarnos de forma sostenible y desarrollar parte de nuestra cotidianidad en entornos naturales beneficia a nivel personal, económico y social”, resumió.


Por otro lado, el Pacma censuró que criadores de toros, cazadores, granjeros y “otros colectivos que hacen negocio con la explotación animal” se apropien de un mundo rural que “ya no es como ellos quieren” y se quejen por “no poder sacarle la rentabilidad que esperan”.


Apuntó que la sociedad “está cansada del caciquismo, la brutalidad de las monterías y los toros, el trato a los animales en las granjas y la contaminación que todas estas actividades conllevan”, y recalcó que estos colectivos “intentan vender una imagen del mundo rural que tira para atrás a todos los que quieren acercarse, vendiéndolo como ellos lo interpretan o les conviene, y rechazando todo tipo de avance”.

El Pacma aludió a “varios comentarios” en la manifestación que hablaban de “impedir” la irrupción del colectivo animalista “en lo que ellos consideran su mundo”, al indicar que se trata de “una forma de entender” que el activismo de este colectivo “da sus frutos”.


“Lejos de querer perjudicar a las personas, lo que nosotros buscamos, entre otras cosas, es mejorar la calidad de vida de los animales a través de la educación y el fomento de la creación de nuevas leyes e iniciativas que les protejan. Si esto les parece mal, entonces tienen un grave problema”, destacó.

Por otra parte, el Pacma apuntó que uno de los principales objetivos de la manifestación por el mundo rural ha sido la solicitud de ayudas y subvenciones para el fomento de sus actividades, si bien las cifras que se destinan a estas son “una verdadera locura” para el Partido Animalista.


“Estos sectores reciben auténticas barbaridades de dinero público, tanto que es casi imposible de contabilizar si hablamos de subvenciones a nivel nacional e internacional, precisamente para no perder su economía porque difícilmente se mantiene por si sola si la sacamos de épocas puntuales del año. Además, tengamos en cuenta que muchos de estos empresarios podrían estar recibiendo doble ayuda tanto desde el punto de vista de la explotación ganadera como desde el ámbito cultural”, aseguró.


Esta formación política indicó que “a la vez que piden más y más apoyo administrativo, sus declaraciones son cada vez más violentas hacia los colectivos que no comparten su forma de pensar y ver la vida”.


«No pueden pretender que la sociedad les vea con buenos ojos si excluyen sistemáticamente todo lo que no entienden o no se ajusta a lo que se ha hecho tradicionalmente. La tradición no es, necesariamente, sinónimo de benevolencia. La gente está harta de que se defiendan públicamente tradiciones que son barbaridades. En esta línea, el mundo rural va muy desencaminado”, concluyó.