¿Qué es la violencia de género y cómo se manifiesta? Según el IFIS, el Instituto de Formación de Intervención Social, es aquella que se ejerce vulnerando el bienestar físico, psíquico o relacional de una persona por su sexo. Su objetivo es causar daños, coaccionar, limitar o manipular a la víctima por todos los medios a su alcance, lo que hace que podamos distinguir distintos tipos de violencia de género:
Es la más visible y a la que solemos referirnos de forma general cuando hablamos de violencia de género. Consideramos violencia física cualquier acto por el que se inflige un daño físico a la víctima a través de la agresión directa, ya sea de forma temporal o permanente. La violencia física no es nunca la respuesta y es importante que enseñemos al conjunto de la sociedad que debemos tener tolerancia 0 con las agresiones. El “solo fue una vez”, “me pidió perdón enseguida” o “fue un arrebato” lleva a que la situación se pueda repetir entrando en un círculo vicioso muy peligroso.
Humillaciones y ataques psicológicos llevan a las víctimas a sentirse hundidas, minusvaloradas, caer en depresiones y estados de ansiedad… No siempre es fácil de detectar porque puede manifestarse de forma directa, con insultos y vejaciones, o indirecta introduciendo en nuestro día a día conductas que desvalorizan a nuestra pareja.
Suele acompañarse de violencia física, pero esta concretamente se refiere a las situaciones en que una persona es forzada o coaccionada a realizar actividades de índole sexual en contra de su voluntad. La violencia sexual no se refiere solo a la violación, también a la mutilación genital femenina, a la prostitución, al acoso sexual...
La reconocemos porque se basa en reducir los recursos económicos a la pareja o la familia como medida de coacción e impedir que tenga sus propios medios para mantenerse.
Relacionada con la anterior, en este caso hablamos de la usurpación o destrucción de objetos, bienes y propiedades de la persona víctima de violencia con intención de dominarla o producirle un daño psicológico.
Mantener a una persona aislada de su familia, sus amigos e incluso se le aparte del trabajo causa un daño irreparable en la víctima, muy sutil pero permanente y que va minándola a nivel psicológico poco a poco.
¿Cuántas veces has oído que los niños son los grandes perjudicados en los casos de separaciones y divorcios? Pues este tipo de violencia es el que se ejerce precisamente usando a los hijos. La violencia vicaria se basa tanto en la agresión a los propios niños como en las amenazas y el daño psicológico que esos padecen por la observación de la violencia de género entre sus progenitores.
Cada uno de estos tipos de violencia de género exigirá un abordaje diferente y un trabajo diario distinto con las víctimas.