A primera hora de esta mañana (poco más allá de las ocho), los vecinos que habitan entre las localidades de Fuentesaúco y Vilamor de los Escuderos sentían otro movimiento de tierra tras el que se percibió hace unos doce días. Los sismógrafos del Instituto Nacional Geográfico registraron un grado de 2,3 en la escala Richter y una profundidad de unos doce kilómetros (el anterior alcanzó una profundidad de cuatro).
El temblor en cuestión se prolongó por espacio de 20 segundos, siendo percibido por los animales de la zona y por algunos vecinos. Afortunadamente, no hay que lamentar daños personales o materiales.