Beatriz cambia la foto de su perfil tras el hallazgo del cuerpo de Olivia: dos sirenitas y un "siempre juntas"

La búsqueda continúa para encontrar a la pequeña Anna y a Tomás Gimeno
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Beatriz


Beatriz, la madre de las pequeñas Anna y Olivia, recibía este jueves la peor noticia de su vida: el cadáver de la mayor de sus hijas fue encontrado a 1.000 metros de profundidad. Se confirmaba así el parricidio de su expareja, Tomás Gimeno, a pesar de que ella siempre mantuvo la esperanza en que el padre de las menores se hubiese fugado con ellas.


Ni los hallazgos de una botella de buceo ni de la funda nórdica al fondo del mar hicieron que Beatriz perdiera la fe, defendiendo siempre que todo formaba parte de un "teatro" totalmente organizado por su expareja. La Guardia Civil sin embargo siempre mantuvo la hipótesis del asesinato y desgraciadamente se ha confirmado esta venganza machista.

Beatriz Zimmermann recibió la trágica noticia acompañada de su familia, que no la ha dejado sola ni un solo momento de los 44 agónicos días en los que no se sabía nada del paradero de las pequeñas, según ha informado El programa de Ana Rosa. Ahora, toda la familia espera el trágico desenlace y que las autoridades encuentren a la pequeña Anna, de solo un año.


El barco del Instituto Español de Oceanografía (IEO) está equipado con un radar de barrido lateral y un robot marino que han sido vitales para hallar, primero, una botella de buceo y una funda nórdica propiedad de Tomás y, finalmente, el cuerpo de Olivia.

En estos momentos el buque se encuentra a unas tres millas náuticas del puerto de Santa Cruz de Tenerife, en la misma zona donde se produjo la última conexión con el teléfono móvil de Tomás y donde ha permanecido prácticamente desde su llegada a la isla.



Los investigadores creen que Tomás Gimeno asfixió a sus hijas y las lastró al mar 


Sobre el asesinato de las menores, los investigadores creen que Gimeno asfixió a sus hijas y las introdujo en los petates que luego transportó al puerto y a su lancha. De hecho, tras volver a la casa de sus padres, ese 27 de abril, nadie volvió a ver con vida a las pequeñas.

Tras cometer su macabro crimen, la Guardia Civil cree que Tomás se lastró al mar con los 8 kilos de plomo y eso explicaría que su móvil se apagara súbitamente en el mar. La búsqueda continúa sin tregua porque falta el cuerpo de la pequeña Anna de un año. Y cerca estará el de Tomás.