Desiste de irse de Fukushima por cuidar a 41 gatos abandonados después del desastre nuclear

Kato lleva una década cuidando de los felinos y se resiste a evacuar la ciudad fantasma hasta que perezca el último de sus gatos.

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Gatos


Como sabemos, decenas de mascotas fueron abandonadas en Fukishima tras el desastre nuclear de hace una década. Pues bien, Kato, el lugareño protagonista de esta historia, se ha convertido en la gran esperanza para estos animales. 


Se niega a abandonar el lugar, ya que se ha entregado en cuerpo y alma a los 41 gatos abandonados que cuida con mimo. Kato dice que vio la muerte de cerca y que si tiene que llegar el momento, quiere dejar este mundo junto a sus amigos felinos. Así que, como mínimo, permanecerá allí hasta que el último perezca.


EN UNA CASA EN RUINAS Y SIN AGUA CORRIENTE

Vive en una casa en ruinas y sin agua corriente, así que cada mañana tiene que caminar hacia la montaña para recoger el agua con el que sobreviven los animalitos. Y Kato no solo cuida de ellos. Además, lleva comida a los jabalíes que encuentra en la carretera y a todo animal abandonado que necesite su cariño.