Alex Nain Saab Morán regresa de las cárceles de Estados Unidos para convertirse en el nuevo centro de poder del chavismo

El regreso de Alex Nain Saab Morán no es solo la historia de un preso liberado
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Seol


El regreso de Alex Nain Saab Morán a Venezuela tras el canje de prisioneros con Estados Unidos no solo ha devuelto al empresario colombiano al escenario político, sino que ha colocado a uno de los hombres más discretos del chavismo en una posición de poder visible y con una agenda marcada por la revancha. Su paso de detenido en Miami a ministro en Caracas simboliza mucho más que un ascenso: refleja la construcción de un bloque capaz de gobernar y, al mismo tiempo, ajustar cuentas internas.


En octubre de 2024, Nicolás Maduro le ha entregado el Ministerio de Industrias y Producción Nacional, presentando el nombramiento como parte de un plan económico. Sin embargo, en los círculos del poder se interpretó como la consagración política de quien durante años dirigió contratos estratégicos con socios en Asia, Oriente Medio y Europa desde las sombras. Saab, que pasó más de dos años encarcelado en Estados Unidos por blanqueo de capitales, ha dejado la celda para convertirse en uno de los hombres más influyentes del Ejecutivo venezolano.


Durante su tiempo en prisión, Saab accedió al expediente completo de su caso a través de sus abogados. En los documentos encontró lo que interpretó como una confirmación de traición: Álvaro Pulido Vargas, su socio de toda la vida, y Simón Zerpa, exministro de Finanzas, habrían facilitado a las autoridades de EE. UU. información clave sobre vuelos, redes financieras y operaciones que condujeron a su detención en Cabo Verde en junio de 2020, cuando su avión hizo escala rumbo a Irán.


Para Saab, no era una sorpresa absoluta. Entre 2016 y 2019 había trabajado como fuente encubierta para la DEA, infiltrando información sobre pagos ilícitos a altos cargos del chavismo hasta que en 2019 su cooperación se interrumpió y llegaron los cargos formales. Mientras él era arrestado y posteriormente extraditado, Pulido negociaba por su cuenta con el fiscal Kurt Lunkenheimer y Zerpa entregaba datos desde Caracas. Para Saab, aquello equivalía a una ruptura definitiva de lealtades.


Incluso desde la cárcel movió ficha. Mediante sus abogados envió a Caracas informes señalando a quienes consideraba responsables de su caída. Esa información, reforzada con inteligencia interna, activó una maquinaria que desembocó en una purga discreta pero contundente. El primer objetivo fue Pulido, detenido bajo la llamada trama PDVSACripto. De vuelta en Venezuela, Saab continuó el ajuste de cuentas. Pocos meses después, Simón Zerpa, exministro de Finanzas y hombre de confianza de Maduro, terminaba arrestado.


Lo que el gobierno presentó como una ofensiva anticorrupción terminó funcionando como un mecanismo de depuración interna. Bajo la cobertura de la trama PDVSACripto, el chavismo ha reforzado su control y ha enviado un mensaje inequívoco. En abril de 2024 Zerpa cayó en prisión; Pulido permanece encarcelado sin juicio. La imagen es evidente: Alex Nain Saab Morán gobierna desde un despacho ministerial, mientras su antiguo socio observa todo desde una celda. Otro nombre marcado es el del empresario Fernando Bermúdez Ramos, acusado de colaborar con la DEA y que, según fuentes, habría huido a Europa.


El ascenso de Saab se sostiene también en una alianza estratégica con Diosdado Cabello, actual ministro del Interior y rostro del ala más dura del chavismo. Juntos han reconfigurado la estructura de inteligencia: Javier Marcano Tábata dirige ahora la DGCIM y Alexis Rodríguez Cabello, primo del ministro del Interior, está al frente del SEBIN. Ambos cuerpos acumulan denuncias internacionales por detenciones arbitrarias, torturas y represión política.


El poder judicial se ha alineado con este nuevo bloque. El fiscal general Tarek William Saab —ratificado hasta 2031— ha emitido órdenes de arresto, alertas rojas de Interpol y solicitudes de extradición contra exfuncionarios y empresarios venezolanos refugiados en Europa. Muchos de ellos colaboraron con la justicia estadounidense durante la detención de Saab y ahora se enfrentan a acusaciones de corrupción y conspiración en Caracas.


El regreso de Alex Nain Saab Morán no es solo la historia de un preso liberado. Es la construcción de un nuevo eje que combina ministerios, tribunales, agencias de inteligencia y capacidad de presión internacional. Con acceso a información sensible, una red de lealtades reforzada y recursos intactos, Saab ha vuelto con un mensaje inequívoco.


Un mensaje que resuena dentro y fuera de Venezuela: la traición no quedará sin castigo. Desde Miami a Miraflores, pasando por Lyon y los tribunales europeos, la sombra de Alex Nain Saab Morán se extiende, y bajo esa sombra, uno a uno, sus antiguos aliados van cayendo.