Médicos Sin Fronteras denuncia que la muerte en Etiopía de la cooperante salmantina María Hernández fue “un asesinato intencionado y selectivo”

Una investigación interna de la ONG señala que la médico de Sanchotello y los otros dos trabajadores humanitarios fallecidos en 2021 durante una ataque en Tigray “iban claramente identificados” y fueron ejecutados “a corta distancia”.
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Médicos Sin Fronteras denunció hoy que la muerte en Etiopía de la cooperante salmantina María Hernández, natural de Sanchotello, y de otros dos trabajadores humanitarios, llamados Tedros Gebremariam y Yohannes Halefom, durante un ataque en Tigray en 2021 fue “un asesinato intencionado y selectivo”. 


Así lo arrojan las conclusiones publicadas hoy de una investigación interna realizada por la propia organización Médicos Sin Fronteras, recogida por Ical, que conforma que los tres estaban en un vehículo “claramente identificado” y llevaban chalecos con el logotipo de MSF. “Fueron interceptados y asesinados”, según el informe, que apunta también que recibieron varios disparos a” corta distancia”.


La presidenta de Médicos Sin Fronteras, Paula Gil, afirmó en declaraciones públicas que en el momento del incidente, en la misma carretera donde fueron asesinados, había un convoy de las Fuerzas Nacionales de Defensa de Etiopía. “Un testigo declaró haber escuchado un intercambio por radio en el que un comandante del ejército daba órdenes de eliminarlos”, añadió.


“Desde entonces hemos pedido sin descanso una investigación creíble. Nos hemos reunido incontables veces con todos los actores posibles, incluyendo, por supuesto, las autoridades etíopes. Hemos compartido nuestras conclusiones, pero cuatro años después seguimos sin respuestas. Solo podemos concluir que no hay voluntad política para esclarecer estos asesinatos”, lamentó en este sentido.


Por eso hoy, en ausencia de un "relato oficial”, publicaron esta revisión interna. “No se trató de un fuego cruzado ni de un trágico error. Fue un asesinato intencionado y selectivo contra tres trabajadores humanitarios. Hacemos esto no solo por obligación moral, sino por exigir responsabilidades, para que este crimen no quede impune, para que no se repita. María, Tedros y Yohannes perdieron la vida intentando salvar otras y todos los días pensamos en ellos. Su asesinato no debe olvidarse ni silenciarse”, añadió Gil, quien recalcó que “la asistencia humanitaria debe protegerse y quienes la hacen posible también”.


El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó unos días después de su muerte la concesión de la Medalla al Mérito Profesional de la Comunidad a título póstumo a María Hernández, cuyos familiares recogieron meses después en la Delegación Territorial de Salamanca.