Mañueco y Page hacen un alegato de la España de las autonomías que acerca los servicios y elimina fronteras

Los presidentes de Castilla y León y Castilla-La Mancha defienden la "lealdad institucional" y exigen un estado "fuerte" y "estable".
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Los presidentes de la Junta de Castilla y León y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco y el socialista Emiliano García-Page, hicieron hoy un alegato sobre el sistema autonómico, que acerca los grandes servicios públicos a las personas y elimina las fronteras o barreras administrativas. Ambos defendieron un modelo “eficaz”, que supone la gran aportación para construir la España del siglo XXI.


En el Palacio del Infante, en Arenas de San Pedro (Ávila), los dos presidentes, que se reunieron este miércoles para suscribir un acuerdo en materia de asistencia sanitaria entre unas comunidades “hermanas”, aprovecharon este acto para defender las bondades del estado de las autonomías, recogido en la Constitución de 1978.


En ese sentido, Fernández Mañueco, que se presentó como un convencido del sistema autonómico, indicó que Castilla y León ha contribuido a la construcción de España desde su apuesta por un autonomismo “útil” y “leal”, lo que aclaró no les impide ser “exigentes”, pero siempre siendo “leales” con el país, informa Ical. 


Asimismo, el presidente de la Junta indicó que los acuerdos entre comunidades tenían que ser “habituales” y “no ser noticia”, pero indicó que en la España actual se convierten en algo “extraordinario” porque prima el “enfrentamiento”. Por ello, valoró la “generosidad” de Castilla-La Mancha para prestar asistencia sanitaria al Valle del Tiétar con el fin de eliminar las fronteras y barreras que se diseñaron con la España de las autonomías. 


De esta forma, Fernández Mañueco aseguró que las dos comunidades demuestran que el modelo autonómico “funciona”, es “eficaz” y “resuelve los problemas reales” que preocupan a la gente", desde la “generosidad”, pero también desde la “lealtad institucional y el máximo respeto a la Constitución”.


Espíritu autonómico

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha sostuvo que las dos autonomías son “fieles” y “leales” representantes del espíritu y la forma que le dio la Constitución al estado autonómico. Por ello, consideró “bastante triste” tener que recordar que de manera “abrumadora” los españoles respaldaron una Carta Magna que recogía el mecanismo para que todas las comunidades tuvieran poder político “real” y la capacidad de “ser iguales” en la sanidad, la educación o las prestaciones sociales.  


A su juicio, es posible preservar las raíces culturales, la lenguas y señas de identidad, que consideró también tienen Castilla y León y su tierra, con la apuesta por la igualdad, ya que advirtió de que las tensiones territoriales serían mayores con un “mapa de dos velocidades”. Por ello, abogó por cambiar la legislación electoral para que tres o cinco votos de diputados no terminen desciendo por todos los demás.


De esta forma, García-Page aseguró que ambas comunidades son “fieles” depositarios, “testigos” y “protagonistas” del “correcto” funcionamiento de la Constitución y el modelo autonómico. Finalmente, abogó por “cuidar el estado de bienestar” con un Estado “fuerte” que garantice la “igualdad real” para lo que defendió que no se deshilache, relativice o se ponga “de rodillas” y al servicio de unas minorías. “Necesitamos del estado, lo queremos fuerte y además estable”, concluyó.