La Feria del Ajo de Zamora cierra hoy con un buen índice de ventas, como refleja el hecho de que la mayor parte de los productores tuvieran que reponer existencias desde ayer. Además, perfila un futuro cercano halagüeño amparado por la marca de garantía Ajo Zamorano, con el horizonte de superar el número de puestos y con impulso a la producción industrial.
“Lo más destacable de la Feria es que se ha presentado la IGP del Ajo Zamorano, una marca de calidad que reconoce a este sector. Esperamos que sirva para que los ajeros puedan tener un poco más de rendimiento. Es un ajo de calidad que siempre hemos tenido en Zamora y cuya calidad se reconoce ahora”, destacó el presidente de Caja Rural de Zamora, Nicanor Santos.
“Los ajos tienen mucha calidad y mucho tamaño. Habrá sido difícil para los que los han calificado”, indicó.
Nicanor Santos hizo estas declaraciones en el camión escenario de Caja Rural de Zamora durante la clausura de la Feria del Ajo, en la que participaron 87 productores de Zamora, dos de Aceuchal (Badajoz) y uno de Palencia, que pusieron a la venta, en total, 800 toneladas de producto, entre la mercancía vendida ayer y la repuesta durante la jornada de hoy.
“Muy buena calidad este año. A pesar de que ha habido muchas lluvias, no se ha tenido que regar tanto y se puede decir que casi son de secano. Esta feria tiene mucho futuro”, apuntó el secretario general de UPA de Castilla y León, Aurelio González.
“Es una de las ferias más importantes. Es la perfecta sintonía entre el campo, la Zamora rural y las fiestas de la capital. Al final, hablando con algunos de los ajeros, te siguen poniendo sobre la mesa lo importante que es este tipo de ferias”, afirmó el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zamora, David Gago.
En este contexto, calificó de “impresionante” el trabajo realizado por Caja Rural de Zamora. “Lo agradezco, en nombre del Ayuntamiento. El año pasado hubo 85 puestos, este año, 90 y esperamos que el próximo año sean 100 o más”, deseó.
Por su parte, el coordinador de COAG en Castilla y León, Lorenzo Rivera, hizo hincapié en la importancia de “mantener” la Feria del Ajo “porque es algo histórico y tradicional” y apostilló: “El futuro del sector depende también de una producción industrial, como ya están haciendo muchos agricultores, que hacen contratos de venta de ajo industrial y eso hay que defenderlo a través de la marca de garantía”.
El premio al mejor montón fue para Miguel Alonso, de Fuentespreadas, y la mejor ristra procedió de Guarrate, con Benita Pérez, su marido y sus tres hijas, que se encargaron de hacer todas las ristras. “Desde el principio, sembramos, quitamos hierba, cosechamos, extendemos, hacemos ristras y vendemos”, enumeró Benita. “El secreto de una buena ristra es una buena simiente, quintar la hierba a mano, secar lo bien y trenzarlo bien. Tenemos marca de garantía. Reivindicamos el trabajo de los ajeros. Esto debe continuar”, concluyó.