Ana Redondo lamenta que Castilla y León siga aún sin tener una ley en defensa de los derechos del colectivo LGTBI

La ministra de Igualdad asegura que a pesar de los discursos de odio y de una ola reaccionaria que amenaza con “revivir al armario”, el Gobierno no dará un paso atrás
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Ana Redondo ministra Igualdad



La ministra de Igualdad, Ana Redondo, lamentó hoy que Castilla y León sea una de las pocas comunidades autónomas que aún no cuenta con una ley que articule los derechos y las libertades del colectivo LGTBI y aseguró que este vacío legislativo solo demuestra una actitud contraria a “las personas y a una democracia plena”.


Además, la ministra también se refirió a la prohibición del presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, de colocar la bandera arcoíris en la fachada del Parlamento, y criticó que este tipo de decisiones son propias de la extrema derecha, “pero también de una derecha que a veces confunde el discurso y blanquea a la extrema derecha”.


Redondo, que realizó estas declaraciones antes de participar en Valladolid en una manifestación organizada con motivo del Día del Orgullo, aseguró que en una jornada como esta hay que celebrar los avances y, de forma especial, el 20 aniversario del matrimonio igualitario, que convirtió a España en el tercer país en reconocer este derecho. “Yo creo que es un motivo de orgullo también lo es reconocer que esta es una sociedad libre, abierta y democrática”, aseveró.


Aunque mostró su preocupación por los discursos de odio y por la ola reaccionaria que amenaza con “revivir al armario”, con volver a una España en blanco y negro y con recuperar leyes como la de Vagos y Maleante, la ministra aseguró que el Gobierno no consentirá “ni un paso atrás”.

En este sentido, argumentó que cuando aparecen actitudes que pretenden simplificar a la sociedad y cercenar los derechos de las personas LGTBI, una parte importante de la sociedad, “nos encontramos con actitudes autoritarias. El autoritarismo triunfa en la simplicidad. El autoritarismo triunfa cuando la sociedad es más manejable. Y una sociedad menos diversa, una sociedad menos compleja, es una sociedad más manipulable”.


Por último, la ministra recalcó que el Día del Orgullo sirve para revindicar “la libertad con mayúsculas” para “amar a quien cada uno quiere amar, para proyectar la vida que cada uno quiera desarrollar. La diversidad implica esa libertad para ser un mismo, esa libertad que está reconocida en la Constitución y en todos los tratados internacionales”, aseveró.