El número de denuncias por víctimas de violencia de género en Castilla y León se mantuvo estable en el primer trimestre del año, hasta totalizar 1.460, un más que en los tres primeros meses del pasado año. Esta evolución contrasta con el incremento del 4,28 por ciento del conjunto de España, donde se contabilizaron 47.865 denuncias, según el Informe anual sobre violencia de género hecho público hoy por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y recogido por la Agencia Ical.
Igualmente, el número de mujeres víctimas por este tipo de violencia que se presentaron ante los juzgados bajaron un 7,4 por ciento, con un total de 1.348 féminas, mientras que en el conjunto de España subido un ligero 0,04 por ciento (43.586). También descendieron las órdenes de protección dictadas por los tribunales, dado que en la Comunidad se incoaron 443 (-5,5 por ciento menos). A nivel nacional el comportamiento fue similar y se registró un descenso del 5,94 por ciento.
De las 1.348 víctimas de violencia de género en la Comunidad, el 60,6 por ciento (817) eran españolas y de estas tres menores.
En cuanto a la tasa de mujeres víctimas de violencia de género, Castilla y León cuenta con la tasa más baja de víctimas, con 11,1 por cada 10.000 mujeres (frente al 12 por ciento de hace un año), mientras que la media nacional se sitúa en 17,6. Por encima de la media nacional se situaron Navarra, con una tasa de 28,8; Baleares, con 23,2; Comunidad Valenciana, con 23; Canarias, con 21,9; Murcia, con 20,6; Andalucía, con 19,5 y Madrid, con 18,9. Además de en Castilla y León, las tasas inferiores a la media se registraron en Galicia, con 12; Extremadura, con 12,9; Aragón, con 13,8; País Vasco y La Rioja, con 14; Castilla-La Mancha, con 14,3; Cataluña, con 14,6; Cantabria, con 14,7 y Asturias, con 16.
Entre enero y marzo, el porcentaje de sentencias condenatorias dictadas por los órganos judiciales de Castilla y León fue del 86,5 por ciento en los juzgados de violencia sobre la mujer. En cuanto a las personas enjuiciadas, fueron 193 en el primer trimestre de 2024, un 14,9 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. De ellos, cien eran españoles y 67, extranjeros.
Esther Erice
La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Esther Erice, señaló cómo en el primer trimestre de 2025, del total de denuncias interpuestas por violencia de género las realizadas por las propias víctimas siguen constituyendo el porcentaje más alto, que desde hace años se mantiene de forma constante en torno al 70 por ciento del total.
Este porcentaje sigue siendo muy superior al de las denuncias presentadas en su conjunto por familiares, por otros servicios ajenos a las instancias del sistema judicial o por terceros. Por esta razón, Erice considera conveniente recordar que todos los años se observa cómo en los meses de verano se produce un incremento de hechos delictivos de esa naturaleza, “lo que hace necesaria -afirma- una mayor atención, colaboración y prevención de estos delitos durante el periodo estival”.
En el periodo analizado, un 11,2 por ciento de las perjudicadas se acogieron a la dispensa del deber de declarar contra su agresor. La proporción de mujeres que renuncian a declarar y a seguir adelante con el procedimiento judicial lleva a la presidenta a insistir en la necesidad de valorar “la importancia de la atención y apoyo que la víctima necesita de su entrono en una situación tan compleja para ella como es la de denunciar a la persona con la que ha convivido o incluso sigue conviviendo y con la que en muchos casos tiene hijos e hijas en común”.
En este trimestre, explicó Erice, el número total de víctimas que se acogieron a la dispensa no puede ponerse en relación directa con el correspondiente al mismo periodo en 2024, ya que se han realizado cambios en la recogida de datos para la mejora de la calidad de los mismos. Tanto el Servicio de Estadística del CGPJ como el Observatorio siguen trabajando de forma constante en el perfeccionamiento de las estadísticas, una herramienta imprescindible para avanzar en la lucha contra la violencia de género.