Como la tercera generación. Y siempre apegados al porcino de la mano de un perfil competitivo, innovador y respetuoso con el medio ambiente. Y también muy familiar. Un elemento esencial que defiende a capa y espada Jesús de Pablo Arribas, un ganadero de éxito, gracias a su esfuerzo y dedicación en el medio rural de Castilla y León, y que forma parte de una sociedad de tres hermanos -Hermanos de Pablo Arribas-, enmarcada, a su vez, en el sistema de integración ganadera de Agrocesa, empresa del Grupo Vall Companys dedicada a la crianza animal. Y esa meticulosa labor en torno al cerdo le llevó a alzarse el año pasado con el galardón especial Diamante, el máximo reconocimiento a la profesionalidad, en la séptima edición de los premios Porc d’Or Ibérico con su granja La Mejorada, situada en Olmedo (Valladolid), donde cuenta con cerca de 2.200 cerditas ibéricas y una producción de 19 lechones por cerda y año, aproximadamente. Unas instalaciones que se suman a otras tres más de la sociedad, ubicadas en Langa de Duero y San Esteban de Gormaz (Soria) y Fuentespina (Burgos).
¿Cuál es la situación actual del sector porcino en Castilla y León y cómo se compara con otras comunidades autónomas en España?
El sector porcino en Castilla y León lo veo bastante parado, porque nos cuesta muchísimo obtener un permiso para dar lugar a granjas nuevas. Creo que es imprescindible tener granjas dotadas de nuevas tecnologías, ya que con ellas se mejora el sistema de producción. Si esto fuera así, se podrían cerrar instalaciones obsoletas y sustituirlas por otras mucho más adaptadas a la actualidad, lo que sería un paso muy importante para el sector. A nivel nacional, veo que hay comunidades como Aragón que están despegando mucho más que nosotros.
La Mejorada se alzó con el Porc d’Or Ibérico Especial con Diamante el año pasado en la edición de 2023. ¿Recompensa?
Todos los años solemos estar nominados a diferentes premios de producción, aunque el premio estrella, lógicamente, es el diamante. Un galardón que es la segunda vez que obtenemos con la granja de Olmedo, ya que la primera fue hace ocho años y la siguiente en la edición de 2023. Estos premios nos dan mucha alegría, porque siempre nos gusta tener en casa el listón muy alto. Aun así, hay gran nivel en el sector y será complicado repetir este año en la gala de entrega de premios que se celebrarán el 12 de junio en Salamanca.
¿Cómo ve el futuro?
Lo veo tranquilo para poder hacer cosas nuevas. La Administración nos pone muchas trabas, ya que para cualquier actuación tardamos entre cuatro o cinco años y en ese tiempo uno puede cambiar mucho de parecer.
La digitalización y automatización han llegado para quedarse. ¿Cambiarán el panorama de las granjas?
Claro que sí. Hace 25 años hubiera creído imposible que en las granjas íbamos a tener unos horarios de siete de la mañana a tres de la tarde, pero debido a los sistemas de alimentación, a la tecnología y a los sistemas de ventilación que hay actualmente, se consigue vivir. Por ello, en las granjas ofrecemos unos horarios dignos y atractivos.
¿Qué papel juega el sector porcino en la dinamización del medio rural en Castilla y León?
Importante. Hemos realizado granjas de nueva tecnología en pueblos con poblaciones intermedias para encontrar puestos de trabajo. Gracias a esta situación, una granja mediana da trabajo a unas 20 personas, que muchas de ellas se afincan en el pueblo y logran así mantener los colegios abiertos. La verdad es que se da mucha vida.
¿Cómo ve la evolución de la percepción social del sector porcino en España?
Estamos en un momento complicado. Tenemos una sociedad que no sabe de dónde vienen las cosas. Ellos abren la nevera y no les falta de nada; dan a un interruptor y tienen luz. Creo que tenemos que poner más los pies en el suelo y que las granjas estén bien vistas, porque hacemos nuestra labor tremendamente bien. Hay una parte de la sociedad, que creo que es muy pequeña, que hace mucho ruido y se le oye más, pero las granjas creamos bastantes puestos de trabajo y cumplimos con mucha legislación y normativa como para estar mal vistos.
¿Y el compromiso ambiental y de bienestar animal?
Claro que tenemos un compromiso muy grande con el medio ambiente, porque cuando queremos hacer una granja nueva, tardamos entre cuatro y cinco años en lograr los permisos. Tenemos que pasar por muchísimos obstáculos, entre ellos de ámbito ambiental, de veterinarios y normativas municipales. Y cumplimos todos.
La formación y capacitación son ejes esenciales en este trabajo.
Llevamos a cabo cursos de bienestar animal con todos los trabajadores y viajamos a otros países y granjas para aprender sistemas de manejo. Todo ello nos permite estar en una situación puntera en este sector.
¿Medio rural y sector primario son actividades interconectadas?
Cada uno realiza su actividad, pero desde una visión circular con la que nos apoyamos, ya sea con los ganaderos y los agricultores. Es un bien común para todos los profesionales del campo y de los pueblos.
El sector primario tiene el relevo generacional como uno de los grandes males. ¿Cómo lo afrontan ustedes?
En ese aspecto nos consideramos un poco afortunados, porque somo la tercera generación que estamos al mando de este negocio del porcino y con nuestros hijos, que será la siguiente generación, parece que ya tenemos una parte asegurada.
¿El asociacionismo, el cooperativos y la unión se establece como un ámbito vital en el sector?
ConAgrocesa tenemos un vínculo tremendamente grande y los resultados que se logran en la granja de Olmedo dependen un poco de todo. Siempre lo comparo con un equipo de fútbol, dado que cuando se cuenta con una gran defensa, un gran centro y una gran delantera se tienen muchas posibilidades de ganar la Liga o la Champions. Y ese es nuestro caso. Tenemos una gran integradora, tenemos unas muy buenas instalaciones y un personal que sabe lo que hacen. Se trata de un cóctel perfecto para obtener buenos resultados. La unión hace la fuerza.
¿Cómo se plantea en el futuro a corto o medio plazo?
De cara a La Mejorada, la idea a corto plazo es implementar una transformación para sacar las lechoneras fuera de la granja y crecer un poco más en madres. No obstante, no vemos demasiados cambios en un horizonte más lejano.