El acuerdo fue sellado hoy por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y la presidenta del clúster FaCyL, María Paz Robina, en un acto desarrollado en la sede de la Presidencia de la Junta en Valladolid.
Durante la firma, Mañueco reivindicó la unión de fuerzas que supone este acuerdo para “garantizar la competitividad” del sector de la automoción y la movilidad de Castilla y León, con el objetivo también de tener “más y mejor empleo” en el futuro.
También se busca, según explicó el presidente de la Junta en declaraciones recogidas por Ical, “consolidar el liderazgo en automoción” de Castilla y León, un sector “clave” que genera “más del 25 por ciento del PIB industrial de la Comunidad e impulsa el 50 por ciento de las exportaciones”, por lo que contribuyó de manera clara a que Castilla y León experimentara en 2024 “el mayor crecimiento en exportaciones de todas las comunidades”, alcanzando “cifras récord” en este apartado.
Ahora, ante las amenazas arancelarias que plantea el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, Mañueco garantizó el apoyo de la Junta al sector con “acceso a financiación, instrumentos para la mejora de la competitividad y apertura de nuevos mercados donde vender los productos que aquí se fabrican”.
Ahora, con el protocolo general de actuación firmado hoy entre la Junta y el clúster FaCyL, se diseña “una estrategia capaz de abordar los retos que tiene hoy la automoción”, que se incluye en el Plan Estratégico del Foro de la Automoción de Castilla y León, y que incluye “la innovación tecnológica, la inteligencia artificial, la capacidad de atraer y retener talento y la demostración de que somos capaces de fidelizar y visibilizar todo lo que hacemos aquí” en materia de movilidad.
En ese sentido, enmarcó los 900.000 euros de inversión durante los próximos cuatro años para financiar el 90 por ciento del Plan Estratégico del sector, a lo que se suman “todas las inversiones en infraestructuras e I+D” que el Gobierno autonómico ya viene impulsando, y las ayudas de las distintas convocatorias que la Junta lanza “para otros proyectos de empresas de la automoción de la Comunidad”.
No obstante, el plan es “la base sobre la que se va a asentar la competitividad del sector en los próximos años” y, según Mañueco, “refuerza la capacidad de las empresas para abrirse al exterior, en un momento en el que las tensiones proteccionistas ponen más límites al comercio internacional”.
Presión ante Gobierno y UE
En su intervención ante los medios, Mañueco aseguró que este apoyo de la Junta al sector de la automoción se une a la presión que realiza el Ejecutivo autonómico ante el Gobierno de España y la UE para que el avance hacia una nueva movilidad se haga mediante una transición “verdaderamente justa” que “garantice la competitividad y el empleo en el sector”.
No obstante, la automoción fue “imprescindible” para que el crecimiento del PIB industrial de Castilla y León en 2024 estuviera “por encima de la media nacional” y la Comunidad encadene cuatro años de bajada del paro y subida de las afiliaciones a la Seguridad Social, rozando el millón de afiliados que Mañueco configuró como “el objetivo” para los próximos meses tras conocerse los datos del desempleo de mayo ayer por los que “nunca ha habido tanta gente trabajando en Castilla y León”.
Por ello, animó a “seguir trabajando todos juntos para caminar por esta senda” a través de protocolos como el firmado hoy, que “van a servir para afianzar la competitividad del sector, atraer más actividad y seguir creciendo con más y mejor empleo” desde la “estabilidad” que aseguró que da la Junta, por ser “útiles y eficaces al servicio de nuestra tierra”.
Cinco ejes
Por su parte, la presidenta del clúster FaCyL, María Paz Robina, destacó la firma del protocolo como una forma de “fortalecer la posición de liderazgo” de la automoción para Castilla y León, donde representa el 15 por ciento del PIB, el 25 por ciento del PIB industrial y genera 64.000 empleos, entre directos e indirectos, “en un momento de profunda transformación para el sector, con grandes retos y oportunidades”.
Y es que, según Robina, “nunca antes las empresas de la automoción habían enfrentado tantos cambios y desafíos al mismo tiempo”, desde la transformación tecnológica y la digitalización a la necesidad de atraer y fidelizar talento o la presión de una competencia global donde las empresas de fuera de la Unión Europea “operan con menores exigencias regulatorias y costes más bajos”.
“Ante estos retos, la colaboración público-privada es imprescindible”, aseguró la presidenta del clúster FaCyL, para quien “cuando las administraciones y las empresas trabajamos juntas, multiplicamos las capacidades” para “construir un futuro sólido y compartido” al que solo se puede llegar “desde la cooperación”.
Por ello, agradeció la financiación de la Junta al Plan Estratégico del sector para los próximos cuatro años, “decisivos para la automoción”, y que se estructura en cinco ejes que incluyen la competitividad, la innovación y la tecnología, la sostenibilidad, el talento y la visibilidad e influencia que pretende tener el sector “para que Castilla y León sea reconocida más allá de sus fronteras como referente en movilidad”, lo que supone además una forma de “atraer nuevas inversiones” al territorio.