Cuando se cierra una puerta, a veces no queda más remedio que abrir otra con tus propias manos. Eso es lo que han hecho Miriam, Mónica y Ángela, conocidas ya entre quienes siguen su labor como Las Supernenas. Tras el anuncio del cierre de la asociación de rescate animal con la que colaboraban en Toro, han sido incapaces de mirar hacia otro lado. Sin medios, pero con una determinación férrea, decidieron transformar esa tristeza en impulso y fundar una nueva asociación: PatitaZ. Un nombre que supone toda una declaración de intenciones: seguir salvando vidas. “Sabíamos que había que continuar. En Zamora hay muy pocas asociaciones y demasiados animales sin nadie que los proteja, así que nos lanzamos. A nuestra manera, con nuestros principios y con lo que creemos que es justo para ellos”, cuenta emocionada Miriam.
CON LO JUSTO, PERO CON EL ALMA
Sin ayudas, sin un refugio físico, sin más respaldo que su voluntad y sus ahorros, PatitaZ comenzó hace apenas dos meses. Ya está registrada como asociación, y ahora avanza los pasos necesarios para legalizar la captación de socios. Hasta entonces, cada traslado, cada tratamiento veterinario, cada publicación en las redes sociales, cada saco de pienso… lo asumen ellas. Cuentan con lo justo, pero lo dan todo; no sólo su dinero, sino algo incluso de más valor: su tiempo. "Porque son vidas y dependen de ti”, remata Miriam, sin dramatismos, pero con esa calma que da quien ya ha pasado por muchas madrugadas difíciles.
UN RESCATE, UNA CASA
Su trabajo se apoya en casas de acogida, una red de personas generosas que abren su hogar de forma temporal a los animales que rescatan con jaulas trampa. “Conseguir un sitio físico es casi imposible. No tenemos una finca, ni recursos, y los trámites con los ayuntamientos son un poco complicados. Además, en Zamora ya existe Scooby, que tiene la competencia municipal. Nosotras vamos por otro lado, más directo”, explican.
Y tan directo. En dos meses, han rescatado ocho perros y nueve gatos. Historias como la de Roco, un podenco "aún muy miedoso" con el que están trabajando para que socialice, o Kitty, una gata mayor que ha encontrado acogida en Salamanca. No importa dónde estén, mientras estén seguros. "Nosotras nos encargamos del transporte y del seguimiento”, recalcan. Hoy mismo recogen dos cachorros (mezcla de setter y podenco) y tienen otros cinco gatitos bebés en acogida. Las cifras se acumulan rápido, pero cada caso se trata con el cuidado de quien ve en cada animal un ser único e irrepetible.
UNA TRISTE REALIDAD Y UN GRAN ALTAVOZ
Además de rescatar, también ayudan en búsquedas de animales perdidos. "En esos casos, acudimos con el lector de chip. SI el animal tiene, contactamos con el veterinario para ver si está registrado. Si no, nos encargamos de él. Hay un plazo de 21 días por si lo reclama alguien antes de ponerlo en adopción", resume Miriam, quien nos cuenta también que es común la colaboración entre asociaciones; en este universo no hay competencia que valga. “Aquí colaboramos todos. Da igual quién lo haga mientras el animal se salve. Nos avisamos y nos apoyamos”, nos explica.
Sin embargo, hay una realidad que las sigue sacudiendo: la brutalidad con la que algunos animales siguen siendo tratados. “Hay gente en algunos pueblos de la provincia que todavía tira gatos a los contenedores o que quiere matar camadas enteras. Nos llaman para casos así”, lamenta. Este es uno de los motivos por el que han convertido a las redes sociales en su gran altavoz. “Publicamos, grabamos vídeos, intentamos arrastrar a la gente que nos seguía en la antigua asociación. Cada difusión cuenta, incluso si alguien no puede donar ni acoger. Compartir también es salvar.”
¿CÓMO PUEDO AYUDAR?
En PatitaZ no se necesitan títulos ni experiencia, "solo ganas". Para ser voluntario, basta con contactar a través de Instagram o Facebook (PatitaZ) y rellenar un cuestionario sencillo. Eso sí, lo que más urge ahora son casas de acogida y pienso para cachorros. “Este sábado organizamos nuestra primera recogida de alimentos en Kiwoko, de 10 de la mañana a 10 de la noche. Necesitamos sobre todo pienso de bebés, porque justo nos llegan hoy dos pequeñines y eso es más difícil y caro de conseguir", expresa una de las Supernenas.
EL FUTURO: MÁS QUE UN SUEÑO
Aunque PatitaZ acaba de nacer, las tres fundadoras sueñan con algo más grande: un espacio propio, instalaciones adecuadas, poder acoger más animales, dar más servicio. Pero mientras ese día llega, seguirán haciendo lo que han hecho desde el primer momento: estar ahí cuando más se las necesita.
Esto no es un hobby. No es algo que haces cuando te sobra el tiempo. Aquí el tiempo lo das. Porque cuando rescatas, no puedes mirar para otro lado. Son seres vivos. Y ellas… ellas hemos decidido no fallarles.