Asaja León pide medidas que compensen los costes de llevar la producción azucarera de La Bañeza a la fábrica de Toro

La organización agraria considera que el cierre de la planta leonesa se debe a “un cúmulo de decisiones desacertadas tomadas en los últimos años por la dirección de la compañía”.
|

Remolacha


La Asociación de Jóvenes Agricultores, Asaja, de León mostró este martes su “firme rechazo” la decisión de AB Azucarera cerrar la fábrica azucarera de La Bañeza, al tiempo que trasladó su apoyo a los trabajadores para que su salida o recolocación “sea lo menos traumática posible”. Asimismo, pidió “medidas a favor de los agricultores para que puedan llevar su producción a las fábricas de Toro (Zamora) o de Olmedo (Valladolid), compensando los mayores costes de transporte”.


Asaja se mostró convencida de que el cierre anunciado en el día de hoy es la consecuencia de “un cúmulo de decisiones desacertadas tomadas en los últimos años por la dirección de la compañía” y que “han llevado a que este año se produjera una reducción abrupta de la superficie de siembra que la abocará a obtener todavía más números rojos en su cuenta de resultados”.


La organización agraria explicó que el precio al que este año se ha contratado la remolacha, en el entorno de los 36 euros por tonelada, “no permite cubrir los costes de producción si se obtienen medias de producción de 75-80 toneladas por hectárea”, por lo que “no se habría sembrado ni una sola hectárea a no ser por la ayuda de la PAC, exclusiva a este cultivo, del entorno de los 1.000 euros por hectárea”. “Los escasos avances genéticos en las semillas, junto a la prohibición de determinados productos fitosanitarios para el control de plagas y enfermedades, han hecho retroceder en varios años las medias de producción y los ingresos por hectárea”, añadió.


No obstante, Asaja depositó su confianza en que tanto la compañía azucarera como las administraciones públicas “tomen medidas a favor de los agricultores de la zona de influencia de la fábrica de La Bañeza, para que, cuando se cierre, puedan llevar su producción a las fábricas de Toro o de Olmedo, compensando los mayores costes de transporte”, ya que “el coste del transporte se convertirá en un factor limitante en la producción de remolacha”.


Asimismo, advirtió que la concentración de la molturación de la remolacha de toda la producción de la zona norte de España en una única azucarera, la de Toro, “hará que las campañas sean excesivamente largas, ocasionando pérdidas a los productores al limitar las opciones de siembra en las parcelas para el año siguiente”. Así, vaticinaron que “si no se pacta con los productores el calendario de entrega de la remolacha, serán muchos los que abandonen el cultivo”.


La organización agraria lamentó este “triste final” para el sector azucarero de la provincia de León, lo que “arrastrará también el futuro del sector remolachero”, así como que se produzca en un momento en el que “se había convertido en la principal provincia productora de remolacha de España, con más posibilidades de competir en un mercado global gracias a la disponibilidad de aguas superficiales y a la modernización de los regadíos”.