El cuerpo de Santa Teresa de Jesús regresa al sepulcro tras ser venerado por más de 90.000 peregrinos

Ocho carmelitas descalzos llevan en andas la urna de plata con los restos mortales de la Santa Andariega, en solemne traslado por las calles del municipio, para su despedida de la Orden del Carmelo, así como albenses y visitantes.
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El cuerpo de Santa Teresa de Jesús regresó hoy al sepulcro de mármol, ubicado en el camarín alto de la Basílica de Nuestra Señora de la Anunciación, en Alba de Tormes, provincia de Salamanca, tras 15 días de veneración pública durante los que fue venerado por más de 90.000 peregrinos, según datos facilitados esta mañana por la Orden del Carmelo.


Ocho carmelitas descalzos, cada uno de un convento, llevaron en andas la urna de plata con los restos mortales de la Santa Andariega, en solemne traslado por las calles del municipio, desde la plaza de Santa Teresa y por la calles Sánchez Rojas hasta la plaza Mayor, desde donde enfiló la calle Sor Marina San José hasta la puerta del Museo Carmus. para su despedida definitiva de albenses y visitantes, que respondieron con la debida devoción y expectación.


La comitiva, encabezada por una bandeja con todas las llaves que abren el sepulcro, estuvo acompañada en todo momento por la Banda Municipal de Música de Alba de Tormes, que puso la nota musical. Una vez en el camarín alto, se excusó la presencia de los medios de comunicación para que la comunidad de las Hermanas Carmelitas Descalzas y los representantes de la Orden del Carmelo tuvieran un momento de intimidad antes del regreso definitivo de la urna de plata al sepulcro del mármol.


El prior de los Carmelitas de Alba de Tormes, Miguel Ángel González, agradeció, en declaraciones recogidas por Ical, al personal involucrado en el desarrollo de estos 15 días de “intensa espiritualidad” en el municipio albense, incluyendo a los 70 voluntarios locales, salmantinos y abulenses que han participado desinteresadamente. El acto arrancó a primera hora de la mañana con la firma del acta notarial introducida dentro de la urna.


“Se ha retirado el hábito que tenía Santa Teresa de Jesús, que pasará a la sala de reliquias, y la Santa tiene ahora un hábito sencillo. Después, se ha procedido al cierre de la urna con sus llaves. La llave del padre general ha sido utilizada por él mismo para el cierre. La llave de las Carmelitas Descalzas ha sido utilizada por la madre priora para el cierre. La llave del duque la ha utilizado la señora alcaldesa en representación de la Casa Ducal y de la villa. Y la llave del rey la ha utilizado, hemos querido tener esa distinción, el padre prior de los Carmelitas Descalzos de Ávila, en representación de la Casa Real”, resumió González.


El prior recalcó que fue un momento de “especial emoción” que contó con la asistencia carmelitas descalzas y carmelitas descalzos “venidos de distintos conventos de España y también de otros países del mundo”. “Un momento de intensa oración en un silencio y respeto extraordinarios”, refirió González, tras agradecer el “ejemplar comportamiento de devoción y de fe” desplegado por los fieles a largo de las dos últimas semanas.


“Hay muchos ejemplos y muchos casos extraordinarios de personas a las que, en estos días, la Santa les ha tocado el corazón. Por lo tanto, es un tiempo de agradecimiento a Dios, que nos ha regalado una santa, Santa Teresa de Jesús, es mucha santa y es de todos y todos nos podemos acercar a ella. Y en estos días hemos experimentado la actitud de los peregrinos, el gran cariño, la devoción, mucho trabajo, muy intenso y a la vez mucha alegría y mucho agradecimiento”, prosiguió.


Esta ha sido, según matizó el prior, la veneración “más multitudinaria” de Santa Teresa de Jesús porque la de 1914 apenas duró un día y la de 1760 unas horas, siendo esta la tercera ocasión en la que el cuerpo de la Santa sale al encuentro con sus fieles desde su muerte, en 1582.