Tras la negativa de la persona a cesar su comportamiento, los agentes procedieron a su detención y la trasladaron al centro de salud de Renedo de Esgueva, desde donde fue derivada al Hospital Clínico de Valladolid.
Durante el proceso, los agentes fueron agredidos física y verbalmente, llegando incluso a ser escupidos. Debido a estos hechos, a la detenida se la imputa también un delito de atentado contra la autoridad. Esta persona ya era conocida por la Guardia Civil debido a incidentes previos similares, que habían generado alarma social en Santovenia de Pisuerga.