Premios CyL- Elena García Armada: “Vamos a mejorar la autonomía personal de niños con afección neurológica”

La ingeniera industrial vallisoletana y doctora en Robótica se congratula de que su tierra “apueste por la calidad científica teniendo en cuenta su impacto en la sociedad”.
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“Mi carrera se ha ido construyendo a sí misma, pero en ningún momento tenía el objetivo claro de lo que ha sido después. Sí tenía claro, una vez que elegí ingeniería industrial, que quería dedicarme a la robótica”. Menos mal que la ingeniera industrial vallisoletana y doctora en Robótica Elena García Armada finalmente optó por la vocación que la llena, que la anima a levantarse todos los días, y más con proyectos que tienen “impacto real en la sociedad”, como son los primeros exoesqueletos creados por su empresa, Marsi Bionics, para ayudar a caminar a pacientes pediátricos: 59 en estos momentos en siete países del mundo, 36 de ellos en España. Reconocida con el Premio Castilla y León de Investigación Científica y Técnica e Innovación 2024, que recogerá el martes, ensalza en esta entrevista a Ical, su “orgullo” porque Castilla y León “valore la ciencia no solo por sus avances, sino también por cómo transforma vidas”. “Es un paso hacia el progreso. Es un orgullo ver que mi tierra, una vez más, se suma a esta visión”, relata, quien también es la primera mujer que fue nombrada Doctora Honoris Causa de la UEMC.


¿Qué supone este Premio para usted?

Como vallisoletana, siento un profundo orgullo de que Castilla y León valore la ciencia no solo por sus avances, sino también por cómo transforma vidas. Es un paso hacia el progreso. Es un orgullo ver que mi tierra, una vez más, se suma a esta visión”. Es importante la relevancia que tiene este premio, uno de los más importantes a la investigación en el país, que ha premiado tantas trayectorias científicas, que ha tenido en cuenta el impacto real de la investigación, que lo ha puesto en valor y que habla muy bien del propio jurado.

La ciencia no era su primera vocación y siempre has dicho que te decantabas por las bellas artes. Visto el resultado, menos mal ¿no?

(Risas) Nunca se sabe a lo que uno hubiera llegado por otra vía, es difícil saberlo, pero estoy muy orgullosa del camino recorrido y los resultados alcanzados. La robótica une creatividad con ingeniería, o sea que hay vinculación. Lo que me inspira de las bellas artes es dar vida de alguna manera a lo inanimado, y con la robótica eso se consigue. Además, con el foco puesto en mejorar la calidad de vida de este conjunto de niños con dificultades de movimiento. Hasta que nosotros desarrollados este dispositivo no había nada para de ellos. Es un cambio de paradigma, un antes y un después en la atención a la discapacidad infantil. Y eso no tiene precio. Es difícil imaginar un impacto así por otras vías.

Estás considerada una referencia en el sector y un ejemplo para todas esas niñas y adolescentes que quieren apostar por disciplinas STEM, ¿qué mensaje les lanzaría?

El premio da una visibilidad a la importancia que tiene la ciencia e investigación para cambiar la sociedad y que progrese, y por otro lado tiene el factor de visibilizar modelos referentes que puedan ayudar a las nuevas generaciones a entender cómo se puede contribuir a la sociedad desde la ciencia e ingenierías. Es muy importante, porque es difícil de entender el para qué sirve la ingeniería, electrónica, mecánica… y especialmente las chicas, el para qué, es una cuestión clave a la hora de dedicarse en su futuro. Proyectos como este que aúnan muchas cuestiones es algo que deja muy claro para que sirve la ingeniería en este caso. Una niña puede imaginarse que puede crear un exoesqueleto que ayude a caminar a un niño que de otra manera no podría hacer. Es un rol fundamental. Por otro lado, están los referentes contemporáneos, como es mi caso, de carne y hueso, moderno, y que ha estudiado una ingeniería y generando un impacto en la sociedad. Es atractivo y se pueden sentir identificadas con una persona que es de hoy y no una imagen en blanco y negro en un libro. Son premios importantes por su papel de visibilizar.

La sociedad y la educación se encuentra en un momento clave, con campañas en favor de ello para que las mujeres apuesten más por superar estos retos…

Es un problema poliédrico, con muchas aristas. Es un problema de nuestra sociedad el hecho de que las niñas se decanten cada vez menos por carreras STEM. Dentro de Ciencias hay muchos ámbitos y en muchos de ellos se decantan las chicas, principalmente en los más ‘bio’. El problema radica en la T de Tecnología, donde las ratios caen en picado, las más hardware. Las carreras que se necesitan estudiar para estas tecnologías son más hardware, y es donde hay un déficit por debajo del 14 por ciento, con niveles anecdóticos. Esto puede tener un enorme impacto porque se producen brechas tecnológicas, porque quien desarrolla la tecnología al final tiene un sesgo. Se quita a la mitad de la población, la tecnología estaría aplicada de una forma sesgada, llegará a ciertas aplicaciones y es importante un equilibrio entre hombres y mujeres. Es necesario conjugar ambos tipos de vista y necesitamos equipos diferentes en muchos sentidos. Hay que trabajarlo desde la Educación Infantil y Primaria, casi desde la cuna, como se empiezan a introducir los sesgos, cómo se introducen los roles y trabajar la autoestima de las niñas, que forma parte del proceso adolescente. Una pequeña o gran pérdida de confianza que hace que ellas consideran que no valen para estudios más difíciles, estigmatizando de esa manera. Se está intentando abordar desde diferentes ámbitos y caras, pero es un problema complejo y no se verán resultados en corto plazo.

Imagino que aún queda mucho margen de mejora e investigación en el ámbito de la robótica, ¿cuáles son los siguientes pasos en el sector y en la empresa Marsi Bionics?

Nosotros tenemos un ‘road map’ tecnológico alienado con la posibilidad de la población a la que va dirigido: niños con afección neurológica. Hemos empezado con dispositivos ya instalados en todas las provincias de Castilla y León, con un objetivo terapéutico, que consigue una mejoría física y cognitiva. Nuestro siguiente paso, ya inmersos en él, es avanzar en mejorar la autonomía personal de estos niños, que les ayude a terapia, rehabilitación, desplazarse como sus iguales, con un dispositivo denominado ‘Explorer’, que está en lanzamiento, y esperamos poder comercializarlo este año para que lo tengan las familias, jugar en el parque y avanzar en la sociabilidad de estos pequeños. Y seguiremos trabajando para adaptar las tecnologías a sus situaciones. Abordaremos otros grados y siempre en línea terapéutica y persona. Todos los dispositivos de la red pública serán públicos. En los hospitales se trata a los pacientes con alguna patología y los crónicos, en centros ambulatorios, privados o con Aspace, por ejemplo, y estos centros tienen su funcionamiento interno y se organizan para que sea accesible para sus usuarios. A nivel de uso personal trabajamos con la Administración pública para que entre en el catálogo de servicios y esperamos que las familias cuenten con ayudas asistenciales. No es un dispositivo excesivamente caro, es el equivalente a comprarse un coche, Hay que ver líneas de financiación y que de alguna manera esté cubierto por ayudas autonómicas a la discapacidad.

Son los creadores del primer exoesqueleto del mundo que ayuda a caminar a pacientes pediátricos, ¡eso es mucho decir!

Somos los primeros porque es complicado hacerlo. Son patologías de origen neurológico en la infancia, muy variables en cuanto a sintomatología. Esto no es fácil. Los exoesqueletos que se extendieron en el mercado han sido para adultos y que han sufrido accidentes. En un punto inicial, cuando se produce la lesión medular, las articulaciones se movilizan. En este caso son de nacimiento y adaptarlo para el niño es complicado. Hasta ahora no lo había. Es el resultado de la importancia de la ciencia y la investigación en un mundo real, algo parecido a lo que ocurrió con las vacunas del Covid, que fue todo en tiempo récord, pero con una investigación de 15 años atrás de ARN Mensajero, que luego la industria farmacéutica produjo. Esto es igual, había una investigación previa, con una tecnología que recibió el Premio de la Oficina Europea de Patentes. En este momento tenemos 59 exoesqueletos en siete países del mundo, 36 de ellos en España.

¿Qué opinión le merece la política de Donald Trump contra la ciencia y la investigación en Estados Unidos?

Cuando la sociedad de repente se encuentra con un problema, como el Covid, que paraliza el planeta, el hecho de que la industria sea capaz de reaccionar rápido para responder, depende de haber sentado unas bases científicas previas y una investigación sólida y que se haya consolidado. La investigación es a largo plazo, muchos años. Hay administraciones cortoplacistas que no terminan de ver el para qué, pero la realidad nos lo ha mostrado. Estados Unidos ha sido siempre ejemplo en recursos a la investigación y todos terminan allí porque es donde mejor se trata. El hecho de que un país esté a la vanguardia de desarrollos y el tejido empresarial a la cabeza del mundo, depende precisamente de la enorme inversión en investigación. Siempre hemos dicho que si ‘esto’ hubiera sucedido en Estados Unidos, hubiera sido diferente. Por ello, Trump comete un tremendo error que puede ser una marcha atrás en este sentido, cuando los años y la experiencia nos han demostrado lo contrario.