Las organizaciones que agrupan a las denominaciones de origen de vino lamentan los aranceles y piden diálogo para proteger al sector

Advierten que la decisión de Trump es una ruptura de las reglas del comercio internacional.
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Uvas vino


La European Federation of Origin Wines (EFOW), la organización que representa a las denominaciones de origen europeas ante las instituciones de la UE, y la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (Cecrv), que representa a las denominaciones de vino a nivel nacional, han manifestado su “profunda” preocupación por los aranceles del 20 por ciento anunciados por el presidente de Estados Unidos a los productos importados de la Unión Europea, incluyendo el vino.


A su juicio, estos aranceles son una pésima noticia para las economías de la Unión Europea y del propio país norteamericano, así como para sectores con vocación exportadora como el vino. Y no solo porque afecten a uno de los principales destinos de los vinos europeos y españoles -Estados Unidos está entre los tres primeros destinos de las denominaciones de origen españolas que más vino venden fuera de nuestro país-, sino porque supone una ruptura de las reglas del comercio internacional de las que el mundo ha disfrutado en las últimas décadas y por la escalada de medidas y contramedidas que esto pueden conllevar y que hará que las economías nacionales tiendan a protegerse más y, por tanto, a imponer más barreras al comercio.


Según un comunicado recogido por Ical, las denominaciones de origen destacan que estos aranceles llegarían, además, en un contexto ya difícil para el sector vitivinícola, que se enfrenta a una disminución del consumo y a una bajada de comercialización en mercados exteriores en los últimos años, lo que ha hecho que la competencia en estos sea cada vez más fuerte. Por todo ello, estas medidas amenazan con tener graves consecuencias económicas para muchas regiones vitivinícolas europeas y de nuestro país.

Para el vino español, el mercado estadounidense supone aproximadamente unas ventas anuales cercanas a los 400 millones de euros.


Además, advierten que no se puede subestimar la urgencia de la situación, toda vez que muchas importaciones de vinos europeos y españoles ya están suspendidas, tras el llamamiento que realizó hace unos días la US Wine Trade Alliance (Uswta), que representa a los importadores, mayoristas, minoristas, restaurantes y productores estadounidenses, aconsejando a sus miembros que detengan sus compras de vinos europeos hasta que se clarifique la situación arancelaria.


EFOW y Cecrv insisten en que este desarrollo pone de relieve la necesidad crucial de un compromiso diplomático inmediato y consideran que es imperativo continuar el diálogo con el fin de proteger al sector del vino y negociar una solución sostenible en el tiempo. Por ello, piden a la Comisión Europea que redoble esfuerzos para buscar una negociación con la Administración estadounidense, que garantice un acuerdo justo y sostenible para el sector.


A este respecto, tanto EFOW como Cecrv abogan por un acuerdo de cero aranceles a ambos lados para del Atlántico para vinos y bebidas espirituosas, tanto europeos como americanos, “como una solución constructiva y con visión de futuro”.