El marido de la mujer de 34 años de edad, Andrea Bejarano, cuyo cuerpo fue hallado sin vida esta madrugada, la mató “en su vivienda” de la carretera de Poza, en la capital burgalesa. Posteriormente, se desplazó y ocultó el cadáver ”en una zona frondosa y prácticamente de imposible localización”, en el paraje boscoso cercano a la localidad de Salinillas de Bureba, a unos 40 kilómetros de Burgos, donde fue encontrada. Así lo explicó hoy el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, minutos antes de la inauguración de la jornada ‘La Seguridad Social para estudiantes: IMPORT@SS aplicación para móviles y prácticas formativas’, organizada por la Seguridad Social y la Facultad de Educación de la Universidad de Burgos.
De la Fuente precisó que el asesinato “ocurrió en su casa” y, posteriormente, “se desplazaron a un espacio que parece ser que los dos querían, que los dos habían apreciado”. “Con vínculos porque es un espacio de Burgos que a ellos les había gustado en su momento”, dijo.
El subdelegado del Gobierno en Burgos indicó que ambos son de nacionalidad colombiana pero “perfectamente situados y arraigados en Burgos”. Andrea Bejarano era técnico de laboratorio en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) y el detenido, de 42 años de edad, trabajaba en el Ejército, en la base militar de Castrillo del Val. Compartían un hijo, de siete años de edad.
De la Fuente relató que agentes de la Policía Nacional de Burgos hallaron sobre las tres horas de la madrugada de hoy el cuerpo sin vida de Andrea Bejarano, cuya desaparición se investigaba desde ayer. "S eobtenía la confesión del autor de los hechos, su propia pareja, también joven, que dejan ambos un crío de siete años de edad”.
Asimismo, valoró que este operativo de la Brigada de Policía Judicial se haya desarrollado en “un tiempo récord”, y lamentó “su profundo pesar” por una víctima que suma a las 64 anteriores en el registro de Castilla y León a número 65. En el caso de Burgos es la decimosegunda dentro de este registro y es la quinta asesinada en España en este año.
Además, relató que la Comisión Judicial se personó en el paraje cercano al río, en Salinillas, cerca de Briviesca. "Por la confesión del propio autor, se localizaba el cuerpo, que estaba muy bien oculto, pero tenemos una brigada de policía judicial que consigue muchos éxitos en sus interrogatorios y que utiliza la psicología de la mejor de las maneras para llegar a esclarecer estos hechos, que serían prácticamente imposibles de esclarecerse si no hubiera tanta profesionalidad detrás”.
El subdelegado del Gobierno manifestó que a partir de ahora “se entra en los protocolos de estudio y de procesamiento del sistema VioGén, y con fichas, registros y declaraciones llegaremos al resultado final, que es el minuto de silencio que mañana probablemente se producirá, porque entrará en la fatídica estadística de estas víctimas”.
Así, indicó que “se está a la espera de esa resolución” y también “de los trabajos forenses que tienen que determinar este presunto asesinato, aunque el autor es confeso”. Si bien De la Fuente precisó que ambos estaban “conviviendo” y que “esto ha sido con total seguridad una desavenencia conyugal, en trámites de separación, no puedo determinar hasta qué punto la convivencia era todo lo deseable”.
El subdelegado del Gobierno en Burgos también apuntó que desde el primer momento la investigación se centró en él porque “fue precisamente quien denunció su desaparición” y añadió que “ahí mismo empieza el trabajo de policía que sabe, dentro de esas denuncias, cuáles son los matices que chocan”.