Tras la fuga, el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, descartó “rotundamente” la implicación de cualquier funcionario de prisiones y explicó que sí existió ayuda interna de otros presos. Además, confirmó que hay dos investigaciones en marcha, una para intentar localizar al preso que se ha fugado, algo que, según reconoció, “va a ser complicado”, ya que forma parte de un clan con una infraestructura potente a nivel de medios humanos y medios económicos y otra investigación sobre cómo se ha producido la fuga.
A pesar de que el fugado se saltó cuatro controles, Canales no puso en duda el sistema de seguridad de la prisión y aseguró que el problema se produce en su aplicación. “Podría haber fallos humanos, que parece evidente que les ha habido, pero eso no quiere decir que el sistema y los protocolos sean incorrectos y sí que no se han aplicado correctamente y con el rigor”.