Además, se llevaron a cabo tres entradas y registros en inmuebles ubicados en las localidades de Miranda de Ebro, Bilbao y Baracaldo. Dos de los detenidos en la localidad burgalesa ingresaron en prisión de forma cautelar.
La investigación se inició en marzo de 2024, cuando la Guardia Civil de Álava detectó envíos de paquetería sospechosos a una dirección en Miranda de Ebro (Burgos), a nombre de diversas personas sin aparente relación entre ellas. Se acreditó inicialmente la existencia de una organización criminal que estaba utilizando identidades usurpadas para formalizar contratos de telefonía móvil de manera fraudulenta y obtener dispositivos de alta gama.
En el mismo mes, en una investigación en la Ertzainetxea de Bilbao, se tuvo conocimiento de que estas personas adquirían productos tecnológicos a través de aplicaciones de compraventa de segunda mano en internet de manera ilícita, que luego vendían estos productos en establecimientos físicos de compraventa.
En el transcurso de la investigación, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) detectó entre la Operación CIGANSKY de la Guardia Civil, y la Operación ANITZ de la Ertzaintza la coincidencia de los presuntos autores y los domicilios utilizados para cometer los hechos ilícitos investigados. En los registros se intervino documentaciones originales y fotocopiadas de las identidades usurpadas a las víctimas, documentos justificativos de envíos de dinero, diversos dispositivos electrónicos sobre los que pesaban denuncias por estafa y un semillero de criptomonedas.
La operación conjunta permitió esclarecer hasta el momento más de 50 denuncias presentadas a lo largo de todo el territorio nacional relacionadas con contratos fraudulentos de 200 líneas de teléfono o la compraventa de productos obtenidos ilícitamente valorados en 192.000 euros, suponiendo un importante golpe contra el fraude organizado, la economía sumergida y la usurpación de identidades falsas para cometer delitos.