Numerosas denuncias de personas mayores pusieron a los investigadores sobre la pista de la detenida. Mediante la ayuda de una compinche, la arrestada también se metía en el domicilio de personas mayores con cualquier excusa, abordándoles en el rellano de su casa. En ocasiones, se hacía pasar por una trabajadora de servicios sociales, lo que le servía como excusa para entrar en la vivienda. Distrayendo la atención de la víctima, dejaba sin cerrar la puerta del domicilio, lo que aprovechaba la otra delincuente para entrar sin ser vista en la casa y poder robar. La detenida mientras tanto simulaba llamadas telefónicas para encubrir el ruido de su cómplice abriendo cajones.
En otra ocasión, la mujer detenida llegó a abalanzarse en el portal de una casa, sobre una persona de avanzada edad, y golpeándole a puñetazos le arrebató por la fuerza unos 2.000 euros que había extraído del banco, hecho por el cual se le imputa un delito de robo con violencia. Los investigadores de la Policía Nacional, tras realizar numerosas pesquisas, han determinado la identidad de la mujer y han procedido a su detención. Algo que no fue sencillo ya que la mujer disimulaba su apariencia física mediante maquillajes que exageraban determinada características, lo que sumado a las dificultades cognitivas de las víctimas, posteriormente dificultaba su identificación como autora de los hechos. La detenida ha pasado a disposición de la autoridad judicial, quien ha decretado su puesta en libertad con cargos.