La vicepresidenta nacional de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Celia Ferrero, reclamó en Valladolid que el estudio de la reducción jornada laboral se debe circunscribir a la negociación colectiva y no sea vía legal, como pretende el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Recordó que hay más de 4.500 mesas de negociación donde se abordan los convenios, en temas como los salarios y la jornada. “No se respeta ese ámbito, que permite adaptar a las particularidades de cada empresa, su tamaño, su actividad y su territorio”, aseveró.
Con motivo de su asistencia a la Asamblea General de ATA Castilla y León, que eligió a Leticia Mingueza como presidenta, aseguró que los autónomos y las pymes serán las que sufran el mayor impacto de una posible reducción de la jornada laboral, al señalar que el 84 por ciento del tejido empresarial del país son negocios de cero a dos trabajadores.
Consideró, según recogió la Agencia Ical, que, de aprobarse, esta medida, habrá dos consecuencias como que se “fuerce” a una nueva contratación para cubrir esas horas, que debería pasar por unas medidas compensatorias, o, bien, que el autónomo se “cargue” con ese trabajo. Y eso tras recordar que el trabajador autónomo ya tiene una jornada de 52 horas, lo que supone una jornada y media más que un asalariado.
“Claro que todo el mundo quiere conciliar pero el problema es quién lo paga. Al final, si no existe la posibilidad de asumir ese coste, recaerá sobre el autónomo, e irá en contra de su propia salud física y mental”, sentenció.