Los hechos sucedieron dentro de las vigilancias que la Guardia Civil de Tráfico desarrolla en la Jefatura Provincial de Tráfico en las aulas de exámenes para la obtención y recuperación de los permisos de conducción.
Una de las personas que se examinaba levantó sospechas a los agentes por no coincidir su fisonomía con la documentación aportada, presentando un Documento de Identidad de otra persona. Por este hecho se procedió a investigar a la persona que se estaba examinando por suplantar la identidad de otra y al titular del documento por cooperador necesario.
Para estas conductas, el Código Penal contempla penas que aplicadas en su grado máximo pueden suponer prisión de tres años y una multa de hasta doce meses.