La Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León desestimó el recurso de apelación interpuesto por un hombre contra la sentencia dictada el 5 de febrero de 2024 por la Audiencia Provincial de Zamora, que le condenó a veinte meses de prisión por dos delitos de violencia física en el ámbito familiar, privación de la tenencia de armas durante dos años y alejamiento de su víctima por ese mismo período a un mínimo de 500 metros, así como a diez meses por amenazas y trabajos a beneficio de la comunidad por un delito leve de injurias y vejaciones.
El acusado permaneció en prisión desde el 24 de enero de 2023 hasta el 25 de enero de 2024 y se le han impuesto las costas de la segunda instancia.
El hombre, de nacionalidad portuguesa, mantuvo durante más de un año una relación sentimental con una mujer con la que tuvo un hijo. En un primer momento, la pareja vivió en Portugal, aunque se trasladó a la capital zamorana en agosto de 2022. La relación ya estaba “muy deteriorada” a mediados de enero de 2023, con “constantes discusiones” en las que el acusado “profería insultos como puta, zorra, vete a dar el coño por ahí”, según recoge la sentencia.
En septiembre de 2022, tras una discusión, el acusado agarró por el cuello a su pareja, sin que llegase a constar que sufriera lesiones, y el 23 de enero de 2023, se produjo otra discusión cuando la mujer quería sacar a pasear al niño. El acusado se opuso y dijo que se lo iba a llevar a Portugal. La discusión subió de tono y dijo a la mujer: “Si llamas a la Policía te pego y te mato delante de ellos y voy a llamar a alguien para llevarme al niño”. Ante esa situación, la mujer llamó a la Policía. Por otra parte, no quedaron acreditadas agresiones físicas como empujones, puñetazos, tortazos y tirones de pelo, así como varias violaciones.