La sala, que aprecia un agravante de multirreincidencia tras haber sido condenado en otras ocasiones por el mismo delito, le obliga, además, a devolver con intereses el importe de las carreras y al pago de una multa de nueve meses a cuatro euros diarios.
Según recoge la sentencia, a la que tuvo acceso Ical, los hechos se remontan a principio del mes de septiembre del año 2022, cuando el ahora condenado, “con ánimo fraudulento y de ilícito enriquecimiento”, contrató con el taxista la realización de varios servicios profesionales de transporte, que se llevaron a cabo entre los días 2 y 14 del citado mes.
En concreto, el estafador viajó entre Béjar, provincia de Salamanca, y Luarca, en Asturias, y realizó el trayecto inverso. Asimismo, fue en el taxi hasta Cáceres, también desde la ciudad textil, y regresó del citado destino hasta en tres ocasiones.
Carreras en las que acumuló el importe detallado que no abonó, tal y como tenía preconcebido, “inventando gran número de excusas”, incluso simulando la realización de transferencias que nunca llegaron a materializarse.