El auto recoge que el acusado era coordinador de un equipo de Infantil, cargo en el que se apoyó para “ganarse la confianza” de dos de los integrantes con propósito de acercamiento sexual. Para ello, les propuso quedar a solas en una nave de Valladolid, donde contaba, al parecer, con televisión, consolas de videojuegos, sofás, refrescos, equipo de música y chuches.
El 2 de diciembre de 2022, el acusado se ofreció a una de las madres para llevarle y traerle del entrenamiento, y así consiguió el número de teléfono del niño. En el chat privado por el que se comunicaban constan bromas sobre el carácter pedófilo de este hombre. En el chat, propuso al niño quedar el 4 de enero de 2023 en la nave y le pasó un video porno de un presentador de televisión. Finalmente, el joven no acudió a la cita por la intervención de sus padres en el proceso, que denunciaron al ahora acusado, quien en su domicilio guardaba equipos de videograbación y USB de almacenamiento, además de dos masturbadores masculinos, gel lubricante, varias memorias USB, discos duros, ordenadores, una pistola detonadora. En su móvil, según el auto, se encontraron casi 75.000 imágenes de contenido sexual.
Además, también entrenador de cadete, por lo que mantuvo diferentes conversaciones de whatsapp con otro joven, en el que se observaron frases relevantes. Un día le invitó a jugar a la bolera y a ver un partido, pero “su intención era, como en el caso anterior, conseguir la cita privada para realizar actos de contenido sexual”.