Cruz Roja Castilla y León atendió a más de 130.000 personas en 2022, con una media de casi ocho intervenciones por individuo

Los beneficiarios en situación de extrema vulnerabilidad caen un 24%, por un cambio de la forma de trabajar de la entidad con este colectivo.
|

 08MAX202304603741


Cruz Roja Castilla y León atendió a un total de 130.475 personas en 2022 a través de diferentes proyectos, centros y servicios, lo que supone 3.000 menos que el año anterior por la menor intensidad de la pandemia del COVID, con una media de casi intervenciones por individuo. El grueso de los beneficiarios es el colectivo de las personas mayores y sus cuidadores, que representaron el 27 por ciento del total, seguido de las personas en extrema vulnerabilidad (19 por ciento) y jóvenes. 


El 2022 fue un año que, según el todavía presidente autonómico de Cruz Roja, José Varela, estuvo marcado por el conflicto en Ucrania y la llegada de personas refugiadas de esa nacionalidad a la Comunidad, pero también por la escala de precios, tanto de la energía como de los productos de la cesta de la compra. Pese a ello, las personas en situación de extrema vulnerabilidad cayeron un 24 por ciento, en comparación con el ejercicio 2021, hasta las 25.263. Una caída que está relacionada con el cambio de la forma de trabajar con este colectivo. “Ahora, somos más integrales en la respuesta y las ayudas que se prestan cuestan un poco más. Ha habido una bajada pero la entidad también ha atendido muchas personas a través del plan Cruz Roja Reacciona para ser proactivo en la ayuda y dar una respuesta directa, inmediata y cercana ante la crisis provocada por la pandemia”, subrayó la coordinadora de la ONG, Eva Fernández.


Eso sí, no hubo cambios en cuanto a la tipología de las ayudas para las familias con escasos recursos económicos ya que las destinadas a luchar contra la pobreza energética, entre los que se incluyen el pago de los suministros, significaron el 40 por ciento del total. Le siguió la compra de alimentos, que se canalizó, de nuevo, con la entrega de tarjetas, los productos de higiene y otros gastos relacionados con la vivienda. 


Además, según la memoria consultada por la Agencia Ical, el año pasado tuvo la ola de incendios forestales que asoló la Comunidad en verano y que requirió la actuación de Cruz Roja en materia de emergencia y socorro. Hasta el punto que las acciones en este ámbito se dispararon un 85 por ciento, hasta las 4.604, aunque se pudieron atender gracias a que la entidad tenía “bastante engrasada” esta área. Fernández reconoció que el fuego “devastador” afectó sobre todo a mayores, con problemas de movilidad y enfermos crónicos, que requirieron apoyo psicosocial ante el riesgo de perder sus casas o el sustento económico de los agricultores y ganaderos. La coordinadora autonómica significó que Cruz Roja llegó a tener hasta seis albergues en funcionamiento de manera simultánea en Castilla y León.