Los hechos tuvieron lugar sobre las 23,20 horas, cuando se recibió un aviso de unas supuestas amenazas sufridas por el propietario de un establecimiento de hostelería de la plaza de Roma. Varias dotaciones de ambos cuerpos se personaron de manera inminente en el lugar indicado, donde no encontraron al portador del cuchillo pero sí a varios testigos y al presunto amenazado.
Todos coincidieron en la versión del hostelero, que explicó que recriminó al sujeto su actitud al intentar huir del establecimiento sin haber abonado las consumiciones correspondientes, momento en el que éste esgrimió un cuchillo contra el propietario y amenazó gravemente con usarlo contra su persona.
Los agentes realizaron varias batidas por la zona sin lograr localizarle, pero a las 00,20 horas, una hora más tarde del primer aviso, se recibió de nuevo otro que indicaba que el joven había regresado al local causando daños en el mobiliario. Con la descripción aportada anteriormente, los agentes comenzaron un nuevo operativo de búsqueda por las inmediaciones, extendiéndose hasta varias calles aledañas.
En una de esas calles, concretamente en la calle Santiago, una joven requirió a una patrulla de la Policía Nacional, indicando que había facilitado su teléfono móvil a un vecino del barrio que se lo había solicitado para realizar una llamada pero tras esta no se lo había devuelto y, en un descuido, lo había perdido de vista.
Su descripción coincidía plenamente con la del hombre que los agentes estaban buscando por lo que, tras las averiguaciones necesarias, acudieron a su domicilio, donde tampoco se encontraba. Sin embargo, una dotación de la Policía Local había logrado localizarle en las inmediaciones de la calle Alejandro Yagüe y procedieron a su detención. Tras la lectura de los derechos que le asisten, fue trasladado a calabozos quedando a disposición judicial como presunto autor de un delito de amenazas graves.