El Partido Popular ha iniciado un diálogo acerca de la regulación de los vientres de alquiler, a pesar de establecer como condición que no se permita la mercantilización. El partido ha afirmado que cualquier discusión sobre este tema debe partir del requisito de que no se permita ningún tipo de pago que enriquezca a la gestante.
La reciente noticia de que Ana Obregón, de 68 años, ha obtenido un bebé a través de un vientre de alquiler en Estados Unidos ha generado un intenso debate político sobre la gestación subrogada. Mientras la ministra de Igualdad, Irene Montero, lo considera una forma de "violencia contra las mujeres", el PP reconoce la necesidad de abordar el tema con calma y regular lo que consideran una realidad en muchos países.
Los miembros del PP han señalado la incoherencia existente en España, donde los vientres de alquiler son ilegales según la ley 14/2006, que establece que cualquier contrato por el que se acuerde la gestación a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero será nulo de pleno derecho. A pesar de esto, los consulados españoles en el extranjero pueden otorgar la nacionalidad a bebés adquiridos por familias españolas.
En el congreso de 2017, el PP abordó este asunto bajo el liderazgo de Mariano Rajoy, pero solo se comprometieron a "atender y afrontar con rigor" las necesidades de los niños "apoyando a todas las familias dentro del ordenamiento jurídico vigente". Alberto Núñez Feijóo, en ese entonces presidente de la Xunta de Galicia, se pronunció a favor de hablar sobre el tema de los vientres de alquiler y afirmó que "a una persona que quiere tener un hijo se le debe respetar".