Francisco Requejo clausura el pregón de Semana Santa organizado por la casa de Zamora en Madrid
Francisco Requejo, actual presidente de la diputación ha clausurado el pregón de Semana Santa organizado por la casa de Zamora en Madrid. A continuación adjuntamos el discurso dado:
Buenos días todos
Pablo, me lo has puesto muy, muy difícil para estar a la altura y cerrar este acto después del maravilloso, emocionante y sincero pregón que acabas de pronunciar. De verdad, que ha sido magnífico. Cercano, como tú eres, y muy pegado a la esencia de nuestra Semana Santa y de nuestra provincia.
Enhorabuena de corazón.
Presidenta de la Casa de Zamora en Madrid, subdelegado del gobierno, autoridades civiles y militares, y a todos los que hoy os encontráis en este magnífico auditorio es para mí un honor dirigiros unas palabras, a modo de colofón, de uno de los actos emblemáticos de nuestra Semana Santa.
El buen hacer, la perseverancia y la profesionalidad de la directiva de la Casa de Zamora, con su presidenta al frente, ha conseguido que este pregón, que hoy alcanza su 71 edición, sea un acto imprescindible para los zamoranos que residen en nuestra provincia, y para los que viven fuera de ella.
Acercáis hasta la capital de nuestro país, los sonidos, las palabras, las imágenes, pero sobre todo, los sentimientos de nuestra semana más grande.
Y por ello os reitero mi agradecimiento y el de la institución que represento.
Solo la terrible pandemia impidió su celebración. Cuando lo impensable se hizo realidad hace tres años, todos tuvimos que adaptarnos para sobrellevar la situación y vivir la Pasión de otra manera. Entre todos pusimos nuestro granito de arena para sobrellevar esta circunstancia, los sones y las imágenes de nuestras procesiones se pudieron rememorar desde nuestra pantalla en la Plaza de Viriato. Así ,al menos durante unos minutos, en los momentos más duros de la pandemia, los zamoranos pudimos evadirnos y pensar en el retorno de la Semana Santa que todos conocemos y amamos.
Y este año, aquello que todos anhelábamos regresa a nuestra ciudad y nuestros pueblos. Por fin sin restricciones.
Los zamoranos no podemos esperar para dar la bienvenida a la Semana Santa del 2023, en la que, sin duda, se mezclarán sentimientos.
La alegría y la ilusión por recuperar la celebración, tal y como la conocemos, con el recuerdo y a la añoranza de todos los que perdimos por el camino a causa de la Covid. Sirvan estas palabras también como homenaje, para ellos y sus familiares.
Las instituciones, los representantes públicos y todos los zamoranos no os olvidamos.
Esta además será la primera Semana Santa que todos viviremos con las obras del Museo en marcha. Se trata de un proyecto necesario, que desde la Diputación de Zamora apoyamos sin fisuras. Es necesario contar con un centro museístico adecuado en el que mostrar la riqueza iconográfica de nuestra Semana Santa. Unas instalaciones desde las que asegurar el futuro de la Pasión zamorana.
Será un museo del siglo XXI, un lugar para compartir experiencias y para dar a conocer al que viene de fuera nuestra hospitalidad y tradiciones. Lo que redundará, sin duda, en nuestro tejido empresarial relacionado con la hostelería y el comercio.
Y es que no podemos olvidarnos de la vertiente social y económica de nuestra Semana Santa. Cuántos negocios siguen esperando como ‘agua de mayo’ esta semana al año.
Y desde aquí, todos, sobre todo los que tenemos responsabilidades de gobierno tenemos que entornar un ‘mea culpa’.
Es necesario generar muchas más oportunidades para nuestros emprendedores a lo largo de todo el año. Y en esto debemos ir juntos.
Además debemos ser ambiciosos si queremos que nuestra Semana Santa no toque techo. La Semana Santa, a pesar de su gran arraigo, necesita de una promoción añadida y todos tenemos que comprometernos en esa dirección y ser sus mejores embajadores fuera de nuestra tierra. No podemos anquilosarnos, tenemos que ser capaces de mejorar.
Y, por último, no puedo olvidarme de la necesidad de apertura, de cercanía, de abrirnos aún más a los ciudadanos. Las Hermandades zamoranas y la propia Junta Pro Semana Santa están dando ejemplo de ello. Y es justo reconocer su trabajo.
Las instituciones también tenemos que hacerlo. Hay que abrir nuestras instalaciones a los zamoranos y ponerlas a su disposición.
Así lo hacemos la noche del Jueves Santo, cuando ponemos los balcones de la Diputación a disposición de aquellos que tienen más problemas para seguir desde las aceras el emblemático canto del Miserere
Vocación de servicio y apertura.
No quiero extenderme más, tan solo poner en valor también los ritos y celebraciones de la ‘otra Semana Santa’, la de nuestros pueblos. La más sobria, la más tradicional, la más ancestral que, poco a poco, está consiguiendo ser reconocida como merece.
Disfrutemos juntos y salud para otro año.
Muchas gracias